Ricardo Rodríguez: «Nos hicieron creer que es más fácil construir que mantener»

Arquitecto prestado al periodismo, Ricardo Rodríguez Boades llegó a la radio por casualidad y se quedó por convicción, contento de haber encontrado su lugar en el mundo.

Desde hace ya seis años su tema es Caracas, una ciudad de la que se enamora todos los días y con la que todos los días pelea. A través de la sección Querer a Caracas, en el programa matutino Despierta tus Sentidos (88.9 FM), intenta despertar en los caraqueños el amor por su ciudad.

-¿Por qué entre los caraqueños es tan poco común querer a su ciudad?
-Tiene que ver con el hecho de que Caracas tiene muy pocas cosas que te conecten con el pasado. Y no estoy hablando del pasado remoto, sino simplemente de tu pasado personal: aquí todo lo destruyen, lo demuelen, lo anulan. El petróleo nos trajo la certeza de que es más fácil construir que mantener, de que el mantenimiento no da votos. Y es difícil querer a una ciudad con la que no te vinculas sentimentalmente, una ciudad en la que tal vez transcurrió tu infancia, en la que quizá te criaste, pero que en la práctica ya no existe.

– ¿Falta identidad?
-Se ha perdido. Los jóvenes no saben nada de la ciudad que vaya más allá de anteayer. Hablas del cine Lido y la gente se cree que son los cines que están en el centro comercial, como hay tantos que creen que Beethoven es un perro que sale en una película.

– ¿Por qué desarrollaste tú ese amor que dices tener por la capital?
-Mi padre fue fotógrafo de la Cadena Capriles por 20 años y yo empecé a coleccionar fotos de Caracas. Con el tiempo también coleccioné libros y videos, aprendí su historia, la historia de sus lugares. Fue un amor a través del conocimiento.

– ¿Qué es lo que más te gusta de Caracas?
– Que es diferente en cada lugar. Cada vez le encuentro algo distinto, descubro algo nuevo, es una ciudad que es mil ciudades al mismo tiempo.

– ¿Y lo peor?
-Sus peores defectos son fruto de decisiones de sus gobernantes, que jamás atendieron a plan urbanístico alguno y permitieron y siguen permitiendo que crezca sin control.

– ¿El peor crimen que esos gobernantes han perpetrado contra la capital?
-Todos los errores tienen un origen común, todos nacen de la poca disposición que han tenido los gobernantes a oír a los expertos.

– ¿Has pensado en dejarla?
-Todos los días, y todos los días me arrepiento. Cuando recorro sus barrios, por ejemplo, me indigna que tengan a la gente viviendo de esa manera con todo el dinero que entra en el país y me decepciono profundamente. Después me viene una oleada de optimismo y creo que las cosas se van a solucionar y me vuelvo a enamorar.

– ¿Cuál es la medida más urgente que se debería adoptar en la capital?
-Tiene que ver con el tráfico. Terminar de conectar la Cota Mil con la Caracas-La Guaira, o hacer de una vez la Circunvalación Sur,. Aquí la última obra importante en vialidad fue el distribuidor Altamira, y ya tiene 30 años. Y también habría que pensar en los peatones, algo que casi no se ha hecho: toda la zona alrededor de la plaza El Hatillo podría ser solo peatonal, por ejemplo.

– ¿No crees entonces que sea una ciudad insufrible?
-Toda ciudad, toda urbe, tiene su lado oscuro. Siempre le podrás ver el lado insufrible si es eso lo que quieres ver.

– ¿Qué intenta con su programa de radio?
-Encontrar vínculos entre los caraqueños y la ciudad en la que viven, indagar en la historia de sus construcciones, de las pocas cosas que han resistido el embate de la historia y sobre todo de los gobernantes. Pero ahora tendré otro programa, siempre por La Romántica entre las dos y media y tres de la tarde, que se oirá en todo el país menos en Caracas, y estoy haciendo un llamado para que desde todo el territorio nacional la gente me envíe historias (al correo Dimevenezuela@ gmail.com) , relatos que merezcan ser publicados, y yo los sacaré al aire. (Javier Brassesco, El Universal, http://www.eluniversal.com/2010/08/29/ccs_art_nos-hicieron-creer_2017166.shtml)