Desde el pasado día 3 de agosto Lilian Sanguino se encuentra a las puertas del edificio administrativo de la Asamblea Nacional, sin probar bocado, y afirma que así seguirá hasta tanto su hermano, William, quien desde hace nueve meses permanece detenido por su presunta participación en el asesinato del estudiante Jesús Eduardo Ramírez, sea liberado.

«William es un chivo expiatorio», afirmó la huelguista, quien acto seguido acusó a la diputada regional Midyer Lugo; al presidente de la Misión Ribas, Orlando Hortegano; y al aspirante a diputado de la Asamblea Nacional, Otto Lenin Parada, miembros del Buró del Partido Socialista Unido de Venezuela del Táchira, de haberlo entregado para encubrir una serie de irregularidades en las que estarían involucrados.

«No hay ningún tipo de prueba contra mi hermano. No aparece en ningún video ni fotografía (cerca del lugar donde estudiantes de la Universidad Bolivariana se enfrentaron con los de la Universidad Nacional Experimental del Táchira)», dijo, al tiempo que agregó: «El comisario Wilmer Flores Trossel (director de la policía científica) no hizo una investigación seria, sino que se reunió con el Buró y allí decidieron escoger a uno de los estudiantes revolucionarios para inculparlo».

Interrogada sobre los motivos para incriminar a su hermano en el asesinato, Sanguino señaló: «El Buró está altamente cuestionado dentro de la militancia revolucionaria. Son unos mafiosos y están metidos en el contrabando de alimentos y gasolina hacia Colombia y para evitar que la derecha del estado le explote ese asunto sacrificaron a un joven revolucionario como William».

La manifestante también cuestionó la actitud del ministro del Interior, Tareck El Aissami, por considerar que «ha manipulado a jueces y fiscales» para encubrir el mal manejo del caso.

«Mi hermano tiene nueve meses detenido y se encuentra en total estado de indefensión. No se ha celebrado la audiencia preliminar, ni siquiera le han dejado juramentar a sus abogados», denunció.

Sobre la muerte de Ramírez solo dijo que la misma fue muy sospechosa, pues «fue golpeado antes de ser asesinado de un tiro a quemarropa y sus propios compañeros lo llevan a una clínica de San Cristóbal desnudo».

Sanguino dijo que ya han presentado el caso al vicepresidente Elías Jaua, a la presidenta del Parlamento, Cilia Flores; y a la fiscal general, Luisa Ortega, sin conseguir ninguna respuesta. No obstante, esto aseguró, en reiteradas ocasiones durante la entrevista con este diario, que su compromiso con el proceso que lidera el presidente Hugo Chávez se mantiene firme. (Juan Francisco Alonso, El Universal, http://www.eluniversal.com/2010/08/31/pol_art_william-sanguino-es_2022652.shtml)

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