Francisco Elias Prada
Francisco Elias Prada

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El Estado Venezolano desde la cuarta República realizó convenios con las grandes trasnacionales del carbón, fosfato, uranio, (entre ellas, Anglo American Coal (surafricana/inglesa), RAG Coal del Grupo Trapo (alemana), (Carbones del Guasare/Carbozulia/Corpozulia), Inter-American Coal Holding, N.V. (arubano/holandesa) (Carbones de La Guajira/Carbozulia/Corpozulia), Tomen (japonesa), TrasMar Coal (estadounidense), Excel (australiana), Carbonífera Caño Seco (irlandesa). La quinta república ratificó la gran mayoría de ellos y creó nuevas concesiones, nuevas entregas de nuestra soberanía. Las etnias indígenas desde hace 508 años han sido violentamente arrinconadas en la última frontera, allí para bien o para mal están concentrados todos estos yacimientos minerales, de importancia “estratégica para el estado”, está es la razón de fondo, de el por qué se quiere expulsar a los indígenas de sus territorios: la explotación abierta de estos recursos, en detrimento de estas culturas, su vida, su existencia y del ámbito natural donde estas comunidades hacen vida (Sierra de Perijá)

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Chávez en su momento dijo, ¡No a la Explotación del Carbón en la Sierra de Perija!, pero esos eran tiempos de elecciones, donde todo se promete, luego de estar en el gobierno y en su típico manejo del doble discurso, profundizó estos compromisos-convenios de explotación estratégica con antiguos y nuevos socios con quienes intenta negociar un programa de tecnología nuclear a futuro (Irán, China, Rusia) a costa del etnocidio, la etnofagia y el ecocidio más brutal.

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El gobierno en su doble discurso intenta y trata de imponer su revolución a las etnias indígenas, exigiendo la creación de concejos comunales, misiones, cooperativas, interviniendo sistemáticamente la vida, las tradiciones ancestrales propias de estas culturas diferenciadas.

El Estado en su política de intervención creó el Proyecto de Desarrollo Integral de la Sierra de Perijá con la participación de diversos ministerios, teniendo la responsabilidad de coordinar el Ministerio de Interior y Justicia con una asignación multimillonaria con lo cual intervienen en las comunidades indígenas y sus realidades culturales, imponiendo proyectos (no sustanciados y discutidos con las comunidades) y criterios desde una perspectiva occidental. El gobierno demagógicamente crea expectativas sobre una demarcación territorial inexistente, que cuenta con una comisión de estado (tienen 10 años intentando engañar a los pueblos indígenas) que sólo sirve para preservar y cuidar esos mismos intereses de ese estado y de las transnacionales mineras y no los intereses de las comunidades que tienen como necesidad vital sus territorios .

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El Gobierno Revolucionario, el estado y sus funcionarios (Alto Gobierno, Ministro del Interior, Ministerios para Asuntos Indígenas, Ejercito, Policías, Ministerio Público, Defensoría del Pueblo y demás aparatos burocráticos con sus honrosas excepciones) intentan quebrar la Resistencia Indígena por varios medios

1- La represión sistematica, focalizada y el control territorial para el acceso a las comunidades por parte del ejército y la fuerza de seguridad.

2- Guerra sicológica, atemorizando a las comunidades con la presencia militar fuertemente armada, controles y chequeo de documentos, interrogatorios y aprensión de indígenas para crear terror.

3- Creando matrices de opinión que criminalizan a las comunidades indígenas, y a sus líderes principales (Caso Sabino Romero) tildándolos de invasores, ladrones de ganado, guerrilleros, bandoleros, parias sin derecho, acusándolos de estar creando un Chiapas en Chaktapa, escasamente hace tres días se corrió el rumor que estaban poniendo precio a la cabeza de Sabino, siendo responsables de este grave hecho en primer lugar los ganaderos (GADEMA) en unión con otros factores desestabilizadores como el Frente Campesino Revolucionario Wayuu, (conformado por parceleros y estimulados por los ganaderos) quienes además dicen y anuncian querer, tomar tierras en la Sierra por medio de la fuerza.

4- El estado contribuye a la manipulación y a la creación de falsas expectativas junto con otro sin número de sectores institucionales (UBV, LUZ, Colegios Universitarios, UCV, misiones, organizaciones de derechos humanos, organizaciones ecológicas del Zulia, ACNUR, organizaciones indígenas, instituciones culturales, medios comunitarios y privados de comunicación) convocando El Encuentro Nacional por la Demarcación de las Tierras de los pueblos Yukpa y Bari de Zulia para una salida negociada entre los Ganaderos y los indígenas, ofreciendo pagos de bienechurías a los ganaderos, los cuales irónicamente son exigidos por los mismos indígenas, manipulación que sólo sirve a los intereses de los ganaderos los cuales exigen indemnizaciones exorbitantes, dejando de nuevo a estas comunidades presentes en dicho encuentro, inermes frente a toda esta componenda que de nuevo engaña y no cumple y que sólo beneficia a los intereses del mismo estado y a los ganaderos con sus poderosos intereses económicos. No existe negociación posible entre estado, ganaderos e indígenas, son intereses irreconciliables, los mismos hechos lo confirman, la confrontación histórica siempre ha sido brutal, la conciliación, crea falsas expectativas que no es más que otra forma de debilitamiento y de derrota de la de la resistencia. Parafraseando a José Marti quien dijo “Es criminal quien promueve en un país la guerra que se le puede evitar; y quien deja de promover la resistencia inevitable.

5- Burocratiza su liderazgo e intenta corromper a las comunidades y comprar sus conciencias, mediante la manipulación de los créditos y su otorgamiento, el financiamiento de camiones (Plan Yukpa) y estimulan contradicciones entre las mismos integrantes de las comunidades, creando intereses, y privilegios individuales o grupales que generan como consecuencia la confrontación y enfrentamiento, haciendo aparecer que el conflicto es entre los mismos indígenas y no contra el estado, haciendo aparecer un apoyo incondicional de los indígenas a los “Acuerdos de Convivencia con Terceros” beneficiando con esto los intereses de un grupo privilegiado de ganaderos (GADEMA), los cuales siempre han estado con el poder y sus intereses llámase democracia, dictadura o revolución; con la intención final de quebrar la resistencia de las comunidades indígenas y la lucha legítima por sus derechos ancestrales.

6- Realiza difusión por diferentes medios, de campañas masivas de propaganda (shows mediáticos) en la celebración de los derechos de las diversas etnias indígenas que existen en el país (12 de Octubre) pero a su vez traicionan a esos mismos pueblos cada vez que les miente, engaña, reprimen, y desoye sus protestas sistemáticas en contra de las injusticias cometidas.

7- Crea una política de demarcación viciada, amañada, falsa en función de las conveniencias del estado, que mediante una comisión perversa y maligna, asegura los intereses de las empresas nacionales y transnacionales, los cuales violentan y transgreden los derechos ancestrales de las comunidades. Coacciona a las comunidades mediante su Ministro de Interior y Justicia Tarek El Aissami y la Ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas Nicia Maldonado indígena traidora a aceptar y plegarse a las condiciones impuestas por el estado para la entrega de los títulos, con lo cual intentan doblegar a los indígenas y mantenerlos en especie de reservaciones o mejor dicho en campos de concentración o ghettos controlados para reeducarlos y absorberlos en el sistema de valores occidentales. El Gobierno viola sistemáticamente la Declaración Universal de los Derechos Indígenas y la Constitución Bolivariana; al no respetar la autonomía cultural y la autodemarcación de las comunidades.

8- Coadyuda a la presencia de factores que estimulan la violencia como lo son los ejércitos completos de mercenarios o asesinos (origen del paramilitarismo y las autodefensas en Colombia) a sueldo y al servicio de los ganaderos de GADEMA, que hostigan diariamente a las comunidades, persiguiendo, reprimiendo, asesinando (caso del padre del cacique Sabino Romero sucedido hace más de un año aproximadamente) haciendo que las comunidades vivan bajo el terror y la zozobra constante.

Todos somos responsables de alguna manera de estos hechos, por acción o por omisión, el estado, el gobierno, la falsa revolución, las instituciones, las leyes que no son más que letra muerta, los terratenientes, los grupos conciliadores, los asesinos, los militares que reprimen, las promesas, las falsas expectativas. Hechos anunciados de mil maneras y de diversas formas, hoy de nuevo la muerte, la impunidad, la conciliación, el terror, el miedo, la desolación, los intereses de estado, las ganancias económicas, la entrega de nuestras riquezas, la mentira, los falsos discursos, las palabras vacías, las teorías, la academia, las instituciones, son cómplices de esta realidad… en esta hora nuestros hermanos indígenas yacen de boca a la tierra perfecta que les dio vida y su mirada no se apaga y viaja a los inicios de los tiempos… de otros tiempos, la dignidad de esta lucha no está vencida, está intacta a pesar de estar herida, la lucha indígena es nuestra lucha porque apunta a lo fundamental, al equilibrio hombre-naturaleza, al rescate de lo ancestral que es decir, atrevernos a mirarnos como somos, reconocer de dónde venimos, de qué estamos hechos, de inventar nuestras propias formas o recrearlas con nuestra diversidad, al respeto del equilibrio natural de las cosas y al respeto de los hombres. La lucha de los pueblos indígenas representa esa pequeña luz que no se extingue y que continúa a pesar de la traición marcando un camino.

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Francisco Elías Prada- Ángela Rodríguez Torres

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