“No es posible que los trabajadores del sector público cobren los aguinaldos en tres partes, porque nosotros prestamos el servicio cabalmente a nuestras instituciones. Eso no es justicia ni socialismo”, sentenció la vocera designada de los enfermeros del Seguro Social, Osmaly Escalona.
Reiteró que está en puertas un paro general en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales por la exigencia del aumento salarial, los tickets alimentarios y otros compromisos.
“Cuando la canasta básica se está ubicando en 6.100 bolívares nuestro salario está ubicado en 1.400 bolívares, es decir; que la canasta básica cuatriplica nuestro salario y lamentablemente la política del gobierno ha sido congelar los salarios, los contratos colectivos y el ingreso de los trabajadores bajo la modalidad de suplente a cargo fijo”, entre otros.
Denuncia que los trabajadores suplentes están trabajando ocho y nueve años bajo esa figura “y a estas alturas no se le ha dado un cargo fijo y eso nos afecta a nosotros directamente porque cuando ellos reclaman las horas extras, que les paguen los tickets les dicen que no los contratan más y nos recargan a nosotros de trabajo. Hoy día en un servicio de emergencia hay dos enfermeras cuando existían seis”.
Destacó los paros y protestas que se están ejecutando en algunas regiones del interior, como en Valencia y San Cristóbal, y que podría llevarse a cabo en el estado Lara. “Nosotros en Barquisimeto estamos esperando que la organización sindical tome cartas en el asunto porque está pendiente el pliego, para lo cual tienen 120 horas, con carácter conflictivo donde exigimos la clasificación de pagos en escalas, el aumento general de sueldos de salarios y el nuevo ingreso de personal», agrega.
Considera que el problema que enfrenta el sector laboral de la salud va más allá de las exigencias laborales, sino que está en crisis la prestación del servicio por falta de personas, de insumos y de infraestructura.
“Estamos trabajando sin aires, no hay insumos, hay un solo médico por área de emergencia donde se reciben hasta cien pacientes, y no hay garantías de un buen servicio, un buen diagnóstico, se recarga de trabajo a la gente. Estamos muy mal”, sentencia. (Uniòn Radio; 12.11.2010)