«Nosotros no somos de mentira, somos damnificados del 23 de Enero. Los representantes de la Alcaldía de Libertador nos llamaron ‘parásitos’ luego de que nos sacaron de la Iglesia Cristo Rey y nos reubicaron en la Torre El Chorro en condiciones infrahumanas», gritaba Milagros Sevillana, en una protesta de afectados en la avenida Universidad de Caracas.
Sevillana cuenta que el alcalde Jorge Rodríguez se haría cargo de los afectados por lluvias del 23 de Enero, pero no cumplió. Ayer junto a 30 familias y varios niños protestó en la esquina El Chorro porque se sienten «burlados» por las autoridades. «Tenemos niños con dengue, asma y alergias severas en la piel porque en la Torre El Chorro hay inundaciones de aguas negras, basura, poca iluminación y espacios inhabitables», resalta.
En el refugio Torre El Chorro los afectados por lluvias no tienen atención médica. Allí solo recuerdan haber recibido ayuda del Colectivo La Piedrita hace un mes tras perder sus viviendas en los sectores El Samán, Las Veredas, La Ladera I y II, Santa Rosa, Atlántico I y Velutini del 23 de Enero. «Lina Ron y Valentín Santana nos prestaron ayuda el 30 de noviembre», recuerda Yenny Zabala, quien vive en la edificación de la avenida Universidad desde hace tres semanas.
Zabala asegura que en Navidad el Estado no les otorgó el bono ofrecido para los damnificados por lluvias en Caracas.
En 12 hoteles y dos refugios del municipio Libertador viven 843 personas (222 familias) de la parroquia 23 de Enero, según cifras de líderes comunitarios.
Mientras que Yilbert Duque, afectado que vive en el Hotel Berna de Plaza Venezuela, protestó en la esquina El Chorro porque la comida les llega hasta con seis horas de retraso. «En ocasiones está descompuesta».
«Embarazadas y personas con discapacidad no reciben atención especial. Nuestros hijos pasan trabajo en refugios y hoteles. Nos cansamos del discurso político en la Alcaldía de Libertador», agrega Duque.
En la Torre El Chorro 52 familias también están afectadas por indigentes que entran a esas instalaciones a «apoderarse de lo ajeno». «Las autoridades nos iban a regalar 300 hallacas para mantenernos callados ante la inseguridad en que vivimos», indicó María Angélica Gómez, afectada.
Gómez agrega que escaleras y otros espacios de la Torre El Chorro permanecen a oscuras. «La vigilancia duerme en la madrugada y allí aprovecha la delincuencia», resalta.
El Coordinador de Albergues de la Alcaldía de Libertador, Rubén Martínez, llegó la tarde de ayer a la Torre El Chorro para resolver la situación, pero fue rechazado por los damnificados del 23 de Enero. «No queremos payasos, solo al alcalde Jorge Rodríguez», gritaba Sevillana.
Entretanto, la directora de la oficina de Desarrollo Estratégico Urbano de la Alcaldía de Libertador, Paola Posani, observó la manifestación desde la acera del Ministerio de Ciencia y Tecnología sin hablar con los afectados del 23 de Enero. Hasta el cierre de esta edición los afectados llevaban seis horas de protesta sin ser atendidos por el alcalde Rodríguez.
Fuente: El Universal 28.12.2010
Jorge Hernàndez.
Foto: El Universal