Padre Vidal uno de los firmantes

La opción por los pobres no puede ser sólo un enunciado / No se puede alentar ninguna conducta antidemocrática y violenta contra la estabilidad de la Nación / Injustificable el desconocimiento de las virtudes del Gobierno y, menos aún, la condena moral a la que se pretende someter a la mayoría del pueblo que lo eligió

Los cristianos de base ante las conclusiones de la 95ta Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana

«LA VERDAD LOS HARÁ LIBRES»

Nosotros, cristianos, miembros de comunidades eclesiales, venezolanos y venezolanas de buena voluntad, haciendo uso de la premisa evangélica «la verdad los hará libres», sentimos la necesidad de expresar nuestro compromiso con la verdad, con todo el pueblo venezolano, y especialmente con todos los bautizados que conformamos esta Iglesia.

Comprendemos la preocupación de los señores Obispos por algunos aspectos de la vida social y política del país, con las que nos solidarizamos, pero en otras rechazamos contundentemente actitudes que no se diferencian de la oposición y que generan confusión y desasosiego en la feligresía, puesto que en nada contribuyen a que resplandezca la verdad.

La grave situación por la que atraviesa buen número de nuestros hermanos, no sólo responde a una expresión libre de la naturaleza, sino también a la instauración de grandes diferencias entre la clase pudiente y el pueblo más humilde que queda al margen de los beneficios sociales, y por las que también nosotros oramos para que desaparezcan, a través de la instauración de un sistema de justicia social. La opción por los pobres no puede ser sólo un enunciado, sino también acciones que favorezcan aquellos que son los predilectos del Señor y que en los últimos once años del Gobierno Bolivariano han sido beneficiados.

Comprendemos que tengan diferencias ideológicas con un Estado Revolucionario y Socialista, que apenas se construye, pero eso no justifica el desconocimiento de sus virtudes y menos aún la condena moral a la que se pretende someter a la mayoría del pueblo venezolano que ha hecho una opción política, legítima y democrática.

Ser garantes de la paz exige de cada cristiano y especialmente de aquellos que los representan, un trabajo continuo de justicia y de una sincera actitud profética que lleve a realizar una denuncia ante los pecados de la sociedad venezolana, sin alentar ninguna conducta antidemocrática y violenta contra la estabilidad de la Nación.

La promulgación de una Ley Habilitante que otorga capacidades especiales al presidente para atender una situación crítica no puede condenarse a ultranza, máximo cuando los argumentos no se diferencian de la oposición y de los enemigos de la república. La Iglesia es «madre y maestra» de la fe y del amor y debe ante todo asumir las alegrías y las esperanzas que desde la dimensión política se puede construir.

En este Año Bicentenario, elevamos una plegaria al Cristo Liberador y hacemos un llamado a la concordia, y al respeto de las diferencias para que unidos bajo un mismo sentir, podamos construir una patria nueva, donde todos podamos disfrutar de una paz estable y duradera.

13.01.11 VTV

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *