“Nos preocupa que ante la incertidumbre los consumidores se abstienen de ir a las zonas fronterizas y los pequeños empresarios y comerciantes dejan de vender”, dijo el presidente de Cavecol, Luis Russián.
Russián en declaraciones a Unión Radio, reiteró que su llamado a los gobiernos de Venezuela y Colombia a tener más atención en las poblaciones fronterizas, ante la incertidumbre de la ruptura de las relaciones entre ambos países.
Advirtió que la parte más sensible de la diatriba política es la gente de frontera, “nos encontramos en un proceso de reversión de la integración”.
Explica que toda la infraestructura y el comercio que se fue instalando en el eje fronterizo por las facilidades, ahora se ven en peligro. Puntualiza que en Ureña existe una zona industrial importante del sector autopartes y automotriz, textil y confección de muebles.
“Los gobiernos de ambos países deben dar un espaldarazo a la gente de frontera ante la incertidumbre por la ruptura de relaciones”, exhorta.
Asegura que aunque Venezuela pueda sustituir a Colombia como socio comercial y proveedor, no se tiene previsto un plan para proveer de empleos a los ciudadanos de frontera. “Se está presionando de lo formal a lo informal”, destaca. (Código Venezuela, 26.07.10)