Por Rafael Uzcátegui

Un libro puede ser muchas cosas y, aunque no lo parezca, ser un bálsamo reparador en caso de violaciones a los derechos humanos tanto para las víctimas como para sus familiares. Por lo general en los casos de violaciones al derecho a la vida, integridad y libertad personal, que involucran funcionarios policiales y militares, la versión oficial convierte a las víctimas en victimarios. Las madres de las personas asesinadas en operativos policiales o militares asisten al doble asesinato de sus seres queridos, el segundo cuando todos los medios difunden prontuariso y acusaciones que en buena parte de los casos pertenecen al terreno de la ficción. Para las víctimas es importante encontrar a personas dispuestas a escuchar su versión de los hechos, y cuando esto queda por escrito, como en el caso de un libro, se sienten reivindicadas en su profundo deseo de “limpiar” el nombre de sus familiares.

Cofavic ha presentado recientemente la publicación de un libro en donde se recopila el testimonio de 15 mujeres empeñadas en luchar contra la impunidad en el país tras el asesinato de sus afectos por miembros de cuerpos estatales de seguridad. Las vivencias reflejan luchas lejanas, como la de Hilda Páez cuyo hijo fue asesinado en “El Caracazo”, hasta más recientes, como el caso de Wilmar Hernández, cuyo nieto fue asesinado en el 2008. Gracias a la versátil pluma de la periodista Maye Primera, los relatos no son una apología al dolor y al autocompadecimiento, sino una muestra de la fortaleza de los seres humanos cuando, al trascender de sí mismos, empeñan sus días en materializar ideales nobles como la justicia y la solidaridad. La presentación del texto, ocurrida el pasado 25.11.11, fue realizada por la historiadora Inés Quintero y el Padre Pedro Trigo. El libro, de 183 páginas, puede solicitarse al teléfono 572.96.31 / 572.99.12

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