La crisis se profundiza y acelera. Sus efectos más inmediatos, escasez de alimentos y medicinas, cortes de luz y agua, inflación, inseguridad, violencia e impunidad, se viven a diario en medio de protestas, saqueos cada vez más frecuentes y un clima de peligrosa anarquía y anomia social.
El gobierno se muestra agotado, errático y su accionar denota la ausencia de recursos humanos y económicos con los cuales afrontar las urgencias que plantea esta grave crisis. Su búsqueda angustiosa y desesperada de dinero, de divisas para atender las demandas inmediatas de la gente, así como para cancelar las deudas internas y externas y los compromisos en sueldos, salarios, pensiones y servicios, evidencian la gravísima situación en la que se encuentra.
Es cada vez más evidente que los problemas del país requieren de un gran esfuerzo y sacrificio, ya éste último lo padece el pueblo. Son impostergables los esfuerzos para lograr producción y recursos, para llegar a entendimientos y acuerdos, aun cuando estos impliquen la pérdida de porciones de poder y la postergación de propósitos o consignas.
Es además indispensable privilegiar y anteceder esos esfuerzos con acciones y medidas de protección a los sectores más vulnerables. Más allá de la Presidencia de la República y quien la ejerza. Más allá, incluso, de la propia Asamblea Nacional, está la urgente atención y superación de estos graves problemas. El rezago en tomar decisiones y acciones políticas para enfrentar el acelerado deterioro socioeconómico del país, abona en una crisis de tal profundidad y características que resulta difícil predecir el comportamiento de la población, no sólo acuciada por los mencionados problemas, sino también por la frustración y el sentimiento de desamparo.
Todo ello enmarcado en un cuadro ético que anuncia desintegración, descomposición. Los llamados al diálogo de parte de algunos voceros gubernamentales, pierden fuerza y credibilidad al contrastarlos con discursos y acciones que privilegian el uso de la amenaza y el insulto. Fuerzas opositoras y algunos voceros oficialistas deben insistir en su propósito declarado de la necesidad de un diálogo con resultados. Hay que insistir en la búsqueda de entendimientos y acuerdos, para la elaboración de un conjunto de acciones y tránsitos que tengan el apoyo mayoritario. Sólo así se podrá soportar los costos económicos, políticos y sociales, que se desprendan de dichas acciones, las cuales colocarían al país en la vía de la urgente recuperación económica para avanzar en la aspiración a una sociedad próspera y equitativa.
Un entendimiento presionado por la agudización de los síntomas y manifestaciones de la emergencia, pero con aspiración a un proyecto nacional inclusivo con profunda vocación democrática. En los diferentes sectores, tanto en el gobierno como en la oposición y en la sociedad en general, hay personas y agrupaciones que manifiestan disposición para dialogar, promoviendo puntos de encuentros que recrean nuevas formas de hacer política, que buscan manifestarse, presionar y hacerse sentir en la búsqueda de alternativas y resultados.
Para contribuir con esos esfuerzos colectivos y la construcción de espacios de reflexión, invitamos a encontrarnos en el Foro: Elecciones, diálogo y convivencia democrática en Venezuela. Balances y desafíos a favor de la paz, que con la participación de invitados nacionales e internacionales, se realizará el jueves 25 y viernes 26 de febrero, a partir de las 9 am en la Sala Francisco de Miranda (Sala E) de la Universidad Central de Venezuela.
Por el grupo promotor de AQUÍ CABEMOS TODOS: Arnaldo Esté, Alberto Lovera, Gabrielle Guerón, Ignacio Avalos, José María Cadenas, José Virtuoso, s.j, Luis Lander, Luz Mely Reyes, Margarita López Maya, María Teresa Urreiztieta, Mireya Lozada. Cátedra Libre Democracia, Elecciones y Comunicación (DEC-UCV), Centro para la Paz y los DDHH-UCV, Red de Apoyo Psicológico (RAP-UCV/UCAB/USB/UM), Fundación Luz y Vida, Fundasoma, Observatorio Global de comunicación y democracia (OGCD), Programa Venezolano de educación-acción en derechos humanos (PROVEA). Adela Vivas, Alberto Fernández, Alvaro Agudo, Ana Rangel, Carlos Medina, Carlos Walter, Carolina Iribarren, Consuelo Iranzo, Edgar López, Eglée González Lobato, Elibeth Eduardo, Esperanza Hermida, Esther Weisenfeld, Francisco Alfaro Pareja, Francisco Marín, Franz De Armas De Armas, Gloria Perdomo, Griselda Colina, Héctor Briceño, Humberto Rojas, Ileana Irribaren, José Domingo Mujica, Juan Fernando Flores, Ligia Sánchez, Luis José Millán Velásquez, María Angélica León, María Auxiliadora Banchs, María Fernanda Madriz, Maribel Goncalves, Mariela Ramírez, Marino Alvarado, Marisela Hernández, Mercedes Marrero, Oscar Aguilera, Oscar Murillo, Raúl Herrera.s.j, Pedro Nikken, Rafael Cadenas, Rafael Uzcategui, Verónica Zubillaga, Victor Rago, Inti Rodríguez. Siguen firmas…
15 febrero 2016.
La adhesión personal o institucional, puede enviarse a [email protected]
