
En estos momentos de nuestro país dolorosamente dividido, desde nuestra vocación educadora, que va más allá de nuestras aulas, queremos proclamar, con nuestra palabra, nuestro compromiso y nuestro comportamiento, la necesidad de encontrarnos como hermanos y hermanas que hacemos vida en este país. Sin el reencuentro, que implica el reconocimiento del otro y de nuestras diferencias, simplemente Venezuela no es viable.
Hacemos este llamado desde nuestra identidad y convocamos desde nuestra experiencia a:
1. Rechazar cualquier acto de violencia, gesto de intolerancia y palabra que divida aún más a la gente de nuestra Venezuela, venga de donde de venga.
2. Estimular la participación de los ciudadanos y ciudadanas en la búsqueda de soluciones en la coyuntura que vive el país, siempre desde el respeto, y en igualdad de condiciones, a la persona humana, que es diferente y por tanto capaz de enriquecer nuestras propias posiciones. Estos son los valores compatibles con los valores humano-cristianos que están en la base de nuestra identidad de Fe y Alegría y en nuestra cultura venezolana.
3. Poner a la orden del país, en los 541 puntos geográficos donde estamos presentes, como educadores y comunicadores populares, nuestra práctica habitual de resolver los conflictos en los centros y en las comunidades donde hacemos vida.
4. Reafirmar nuestra convicción de que sólo desde el diálogo respetuoso y creativo que pone por encima de las posturas personales el objetivo superior de amar y servir a los pobres, que son los que más sufren con nuestras divisiones, saldremos adelante. Fe y Alegría ha sido y quiere seguir siendo un espacio de encuentro con presencia de “todas las voces”.
5. Exigir a la dirigencia que se ponga a la altura del país que le toca dirigir. En nuestra misión de educadores, nos resulta descorazonador el efecto negativo de modelaje de no pocas de nuestras altas dirigencias políticas.
Como Fe y Alegría lo ha hecho desde 1955, renovamos de nuevo nuestro compromiso para que también este momento doloroso y descorazonador lo convirtamos en “hecho educativo”, para que crezcamos en respeto y tolerancia y fortalezcamos la formación ciudadana de los que tenemos la obligación y el derecho de construir una Venezuela más inclusiva e incluyente. Queremos ser coherentes con nuestro lema “Compromiso por la vida”.
Venezuela, 20 de abril de 2013