Aporte de Venezuela Diversa A.C al Informe ante el Comité Contra la Tortura con motivo de la revisión de los informes periódicos 3° y 4° combinados de la República Bolivariana de Venezuela (53° periodo de sesiones, 3-28 de noviembre de 2014).
Coalición de organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y sociedad civil organizada Octubre, 2014.
«c) Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales.
La definición de tortura incluye la prohibición de “cualquier tipo de discriminación” incluida la basada en la orientación sexual, identidad y expresión de género. En Venezuela las personas Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales son deshumanizadas con tratos crueles, inhumanos y degradantes, que suelen no ser reflejados en las estadísticas oficiales llevadas por parte de las instituciones del Estado. Los datos que se conocen no son exactos por la falta de denuncias de las víctimas, a causa del temor de ser revictimizadas y la desconfianza en el sistema de justicia.
Crímenes de odio y actos de discriminación (LBGTI).
Los funcionarios de los cuerpos policiales y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana han sido de manera sistemática identificados por las víctimas como responsables de actos de violencia, uso desproporcionado de la fuerza y vulneración de la integridad física, psíquica y moral contra las personas LGBTI que forman parte de dichos organismos, aquellas que acuden a los servicios policiales o los que son sujetos a detención.
Se ha reportado un número creciente de denuncias sobre detenciones arbitrarias y allanamientos ilegales, donde el objetivo es la detención de grupos LGBTI, quienes son tratados con violencia excesiva por parte de los cuerpos de seguridad de Estado, con amenazas y lenguaje denigrante y discriminatorio.
A título de ejemplo, en octubre de 2009, funcionarios de la Policía de Caracas, durante un procedimiento conjunto con funcionarios de la Guardia Nacional y del Ministerio del Poder Popular para Interior y Justicia, detuvieron a 19 personas gais y lesbianas en la calle Villaflor de la Parroquia El Recreo de Caracas, en el Distrito Capital; 11 de estas personas eran adolescentes. La mayoría fueron despojados de sus pertenencias, teléfonos celulares e identificaciones, sometidos a maltratos verbales inhumanos y degradantes relacionados con su orientación sexual, y golpeados físicamente.
Caso Avenida Libertador Caracas Distrito Capital.
En octubre de 2012, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) detuvieron arbitrariamente a 23 mujeres trans en la avenida Libertador de Caracas, haciendo uso excesivo de la fuerza y de la intimidación con armas de fuego, siendo trasladadas a la comisaría del Paraíso del CICPC para presuntamente interrogarlas por el homicidio de un hombre que habría ocurrido a principios de septiembre.
Cuatro de las personas detenidas: Dixon Hidalgo (Alejandra), Daniel Díaz (Danielis), Juan Basanta (Barbara) y Ender Veliz fueron objeto de tortura aplicándoles electricidad, maltratos físicos en distintas partes del cuerpo y el rostro, e insultos verbales relativos a su orientación sexual e identidad de género, al oponerse a aportar información sobre el caso a los funcionarios del CICPC y por protestar en las instalaciones al ver la forma como eran tratadas el resto de sus compañeras en el recinto policial. El caso se encuentra aún sin respuesta oficial sobre el inicio de las investigaciones.
En mayo 2013, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana atacaron a un grupo de mujeres trans en la avenida libertador resultando una herida por impacto de bala en el pie.
En respuesta a este patrón de ataques en contra de las personas LGBTI, los organismos de seguridad de Estado no incluyen programas de formación específica en materia de orientación sexual, identidad y expresión de género dirigidas a erradicar dichas conductas prohibidas, entre otros, en la Convención contra la Tortura; tampoco sancionan a los victimarios, ni reparan a las víctimas.
La Asociación Civil Venezuela Diversa ha registrado desde 2008 a 2013, 17 asesinatos de personas trans y gais en la ciudad de Caracas, en los Estados de Vargas y Miranda, todos en condiciones denigrantes y con signos de tortura siendo las victimas objeto de múltiples heridas con arma blanca, objetos contundentes en la cabeza e impactos de bala en distintas partes del cuerpo.
Dichos casos han quedado impunes ante la inacción de los administradores de justicia y órganos de investigación penal, quienes desestiman estos casos al considerar a las víctimas como personas que atentan contra la moral y buenas costumbres por su estilo de vida, por el tipo de trabajo que realizan, por su condición socioeconómica, y por representar una amenaza para la vida familiar y estabilidad de los niños/as.
Tratos denigrantes en centros de salud, educativos y penitenciarios
En los servicios de salud, las personas LGBTI son objeto de agresiones psicológicas, angustia, humillación cuando requieren atención sanitaria en general y especialmente cuando acuden para obtener tratamientos y prevención para el VIH y el SIDA. Las personas trans suelen ser las más estigmatizadas y afrontan restricciones discriminatorias para acceder a cuidados que son fundamentales para su bienestar físico y psicológico.
En los centros educativos públicos y privados de todos los niveles, las personas que se definen como LGBTI o aquellas que son percibidas como tales, suelen ser víctimas de burlas, hostigamientos, castigos físicos, tratos degradantes por parte de otras/os estudiantes e incluso profesoras/es, situaciones que llevan a las y los estudiantes a desertar del sistema educativo por no existir planes y/o programas y acciones que apunten a sancionar y erradicar dichos actos.
En octubre de 2012, en el Municipio Francisco Linares Alcántara del Estado Aragua, Angello Alfredo Prado Perdomo, joven gay de 18 años, fue rociado con gasolina y prendido en fuego, causándole quemaduras de tercer grado en treinta (30 %) de su cuerpo, hecho ocurrido luego de ser objeto de acoso y hostigamiento en el centro educativo donde cursaba estudios de bachillerato.
En relación a los recintos penitenciarios, las personas y grupos LGBTI son objeto de agresiones, psicológicas, físicas y sexuales al ser albergados junto con la población general que se encuentra en las cárceles venezolanas.
Asimismo, sufren las deficientes condiciones de reclusión y la falta de provisión de servicios básicos, el uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad y custodios penitenciarios, los altos índices de violencia carcelaria y la falta de control efectivo de las autoridades.
Recluir a las mujeres trans con hombres constituye un desprecio por sus identidades y les causa un nivel de sufrimiento emocional y angustia agudo, que puede equivaler a tortura. En cuanto a los hombres gais y bisexuales, estos sufren el estereotipo machista y sexista por el cual se les considera como débiles (afeminados) y dispuestos a consentir a cualquier contacto sexual con otros hombres. En el caso de las mujeres lesbianas y bisexuales, el riesgo de violencia sexual y malos tratos se origina por parte de los propios funcionarios del sistema penitenciario o de otras personas detenidas.» (Prensa Venezuela Diversa AC., 11.11.2014)
Ver informe alternativo completo AQUÍ: http://www.cofavic.org/wp-content/uploads/2014/11/Informe-Alternativo-Vzla-14-10-14_Final.pdf