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Cerca de la 1:30 de la tarde de ayer, dos funcionarios del Bloque de Búsqueda y Captura, adscritos al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), ingresaron a las instalaciones del Rectorado de la Universidad de Carabobo, ubicado en la avenida Bolívar Norte, en busca del secretario, Pablo Aure.

Los funcionarios estaban de civil, uno de ellos armado y no poseía orden de alguna institución judicial para ingresar en el recinto universitario, ni mucho menos autorización de las autoridades, según relataron testigos.

El personal de seguridad, administrativo, obrero y algunos estudiantes, lograron impedir el ingreso de los otros efectivos policiales cerrando la entrada principal con candado, en medio de un forcejeo. Posteriormente, se dispusieron a trancar las demás y no dejar entrar ni salir a nadie del lugar.

Los funcionarios que quedaron fuera intentaron mediar con las autoridades y los cuerpos policiales del Rectorado para ingresar, pero no los dejaron. Minutos después llegaron varios estudiantes al sitio.

Los jóvenes y demás personas presentes retuvieron por más de hora y media a los efectivos del Sebin que sí pudieron entrar. Pese  preguntarles a los efectivos varias veces sobre su presencia en el sitio, no emitieron palabras.
Se conoció que el motivo de la visita de los efectivos del Sebin fue para llevarse detenido, por una orden emitida desde el Ministerio Público de Caracas, al Secretario de la UC.

A las 3:30 p.m., aproximadamente, llegó una comisión de la Defensoría del Pueblo y la Consultoría Jurídica de la Universidad para levantar un acta sobre la violación del recinto universitario y la autonomía consagrada en la Constitución, en concordancia con la Ley de Universidades, y de esa manera dejarlos salir.

Se conoció que las autoridades del Rectorado esperaban que se apersonara una comisión del Ministerio Público para dejar constancia de lo ahí sucedido y que se percataran que los funcionarios estaban en perfecto estado de salud, sin daños a su integridad física, al igual que la motocicleta en la que se transportaban, sin embargo, no llegaron nunca.

El profesor Aure bajó de su despacho para decirle a los funcionarios que se encontraban dentro del recinto universitario que sus derechos estaban completamente garantizados y que no les iba a suceder nada mientras estuvieran ahí.
Finalmente, se dispuso a hablar con un Comisario del Sebin, en un intento de diálogo para aclarar la situación.

Los hechos más temprano

Pasado el mediodía, dos funcionarios llegaron a la vigilancia del Rectorado, se identificaron y preguntaron por el profesor Aure. Los trabajadores del cuerpo de seguridad del recinto les informaron que éste no se encontraba por lo que pidieron hablar con alguna autoridad, en eso llamaron al vicerrector académico, José Ángel Ferreira, pero los efectivos se retiraron sin esperarlo ni indicar el motivo de su visita.

Aure comentó que luego de esto, debido a que tenía que ir a buscar a sus hijos al colegio a las 2:00 de la tarde, envió al conductor en su vehículo y él prefirió quedarse en su despacho.

«Yo me quedé en mi oficina, y a todas éstas, el chofer me llama, casi inmediatamente después de haber salido de aquí, que lo habían interceptado dos carros del Sebin, armados, lo apuntaron y lo obligaron a devolverse al Rectorado preguntando por Pablo Aure», aseguró.

Los funcionarios -quienes abordaron por la fuerza el carro del profesor Aure, acompañados por su chofer, Édgar Parra y otras dos patrullas- intentaron ingresar, obligándolo a llevarlos hasta donde se encontraba el Profesor.

Intentaban entregar una citación

Luego de que se firmó el acta dejando constancia de que los efectivos salieron del recinto sin daños en su integridad física, el Comisario del Sebin, quien no quiso identificarse a los medios, entregó al abogado, Antonio Aure, hermano del profesor, una citación por la finalización de un caso en referencia a la supuesta práctica del deporte Airsoft en la Facultad de Ingeniería de la UC.

En ese sentido, Aure expresó, «tanto despliegue policial para decirme a mí que es por ese deporte, si bien es cierto no se ha debido practicar en la facultad, no es menos cierto que no es ningún delito».

La citación está prevista para hoy a las 11:00 de la mañana en la sede del Sebin, ubicada en Naguanagua.

«Querían detenerme, secuestrarme o desaparecerme»

El secretario de la UC, aseguró que los funcionarios ingresaron a la fuerza para llevárselo detenido, secuestrarlo o quizás desaparecerlo.

«No hay que ser muy inteligente para saber que lo que querían era detenerme. Ningún delito ha cometido Pablo Aure, ni ninguno de los universitarios que está acá, lo único que he hecho es expresar que esto es una tiranía, es una dictadura», manifestó.

Agregó que en el país los poderes no son demócratas, ni hay estado de derecho y que expresar eso no es un delito.

Para el momento del cierre de esta edición, trascendió que Aure se quedaría durmiendo en la secretaría del Rectorado, mientras que todavía funcionarios del Sebin rondaban las instalaciones del recinto universitario y su casa. (María Alejandra Rivas, Diario Notitarde, 06.06.2014)

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