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El segundo semestre del año estuvo marcado por el hostigamiento verbal y la intimidación. Tras el inicio de la Operación de Liberación del Pueblo (OLP), mecanismo a través del cual el Ejecutivo espera desmantelar bandas delictivas, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) prohibieron a los periodistas de sucesos que tomaran declaraciones en las afueras de la Morgue de Bello Monte a los familiares de las personas que murieron durante el operativo que se realizó en la Cota 905 en Caracas el 13 de julio.

“Si los periodistas quieren estar en la morgue deben hacerlos lejos”, sentenció un funcionario a un grupo de periodistas. Reporteros de los diarios 2001, Últimas Noticias, El Carabobeño, El Siglo, El Nacional, El Universal, El Propio, y otras páginas de noticias se retiraron. El uniformado indicó a los camarógrafos de Venevisión que si iban a “filmar alguna toma” debía ser “de lejos”.

Entre las violaciones a la libertad de expresión también se encuentra la detención del presidente de la Federación Venezolana de Licoreros y Afines (Fevelif), Fray Roa, quien fue privado de libertad por funcionarios del Sebin luego realizar declaraciones ante al canal de televisión CNN el 24 de julio.

Roa alertó sobre la emergencia en la industria cervecera y licorera del país, debido a esta declaración fue acusado de participar en un presunto plan orquestado para desestabilizar al Gobierno nacional y se encuentra privado de libertad hasta la fecha.

Contra las redes

En julio también se registraron los señalamientos del presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), William Castillo, quien señaló por las redes sociales que había cuentas en Twitter dedicadas a incitar al saqueo. Castillo se refirió al saqueo en San Félix, Ciudad Guayana y advirtió en su cuenta en la red social que los medios de comunicación masivos deben hacer uso responsable y veraz de la información. El funcionario calificó a cuentas anónimas como “basura” y las acusó de replicar la presunta foto del fallecido en dicha población.

De diario a semanario

Además de las restricciones a los reporteros para acceder a la información y el hostigamiento a los voceros, Julio fue el mes en el que el Correo del Caroní dejó de ser un diario para convertirse en un semanario debido a la crisis de papel prensa. David Natera Febres, presidente-director de este diario, señaló que las reservas de papel y otros insumos “permiten permanecer en el tiempo con la edición semanal. La información seguirá permanente a través de nuestra dinámica página web correodelcaroni.com, para garantizar -como siempre hemos proclamado- que no podrán silenciar la voz de nuestro pueblo”.

Natera Febres también indicó que “las ediciones diarias se cumplirán hasta el próximo viernes 31 de julio. Comenzaremos las ediciones semanales el viernes 7 de agosto, mientras tanto”. (Prensa Espacio Público, 13.08.2015)

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