Ocho trabajadores petroleros llevan 21 días en la esquina de Pajarito, justo en las puertas del edificio Vargas de la Asamblea Nacional en Caracas, donde realizan una huelga de hambre.
Le exigen a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) que cumpla con los reenganches emitidos por la Inspectoría del Trabajo y a los parlamentarios que intercedan.
Cada caso es distinto. Dos son del Zulia y seis trabajan en la Refinería El Palito, en el estado Carabobo. En su mayoría fueron calificados de despido y otros sometidos a persecución laboral en 2009 y desde entonces han estado peleando contra el Estado.
Consumen suero y caramelos de miel para mantenerse estables. Sin embargo, durante estos días, el mayor riesgo no ha sido la salud sino convivir con indigentes y drogadictos en pleno centro de Caracas.
Están organizados en guardias nocturnas y cada noche es una aventura distinta. “El otro día se nos acercó un tipo puñaleado, estaba tan drogado que tuvimos que forcejear con él para que no nos robara el agua”, contó Hugo Bastidas, huelguista y vocero de Pdvsa Zulia.
“Nosotros hemos luchado con la inseguridad, con los que duermen en las calles”. Los trabajadores no gozan de buena logística, prácticamente están solos, acompañados por algunas organizaciones de derechos humanos y dirigentes de la federación petrolera.
Relató que pasó como fijo a Pdvsa en el 2004, luego de que se nacionalizaron las empresas contratistas. Pero el 27 de julio de 2009, le impidieron el acceso a la planta alegando que estaba prohíba la entrada de los sindicatos.
Bastidas es secretario general y trabaja en el área de operaciones acuáticas y aduanas del estado Zulia. Nunca fue calificado de despido, mas se le impidió la entrada a la empresa. “Procedí a una providencia administrativa en la Inspectoría, pero ¿qué providencia si no estaba calificado? Todo era verificar la declaración y solicitar inspecciones en el área de mi trabajo para determinar la desactivación de mi carnet”.
Bastidas, como el resto, cree que la petrolera está actuando en contra de quienes se oponen a las irregularidades que existen en la estatal. Aunque no entraron en detalles, para no entorpecer la mediación, aseguran que la gerencia Pdvsa está cometiendo atropellos y actuando bajo intereses personales.
“Se nos trata así por ser dirigente y por decir la verdad de lo que está pasando. Hemos denunciado que pretenden eliminar el tiempo de viaje. En los actuales momentos pretenden eliminar sistemas de trabajo 2 por 4 y 5 por 10. La evaluación por desempeño y la meritocracia tenemos más de 4 años sin ella”.
También exigen que se respete el fondo de pensión de los jubilados y un aumento de la Tarjeta Electrónica Alimentaria (TEA). “Nosotros agotamos el mecanismo del Ministerio del Trabajo y de las gerencias. La dirigencia sindical no se le está atendiendo en relaciones laborales Pdvsa y se está perdiendo la autonomía sindical”.
El Palito
El caso de los trabajadores de El Palito no es distinto. Aunque todos han sido calificados o impedidos de acceder a la planta, las razones son las mismas: exigir el respeto de los derechos laborales u oponerse a irregularidades.
Su caso fue ganado ante la Inspectoría del Trabajo en el 2009 en Carabobo, pero el reenganche no fue acatado por la gerencia.
“En realidad nunca me dijeron el motivo. Soy nómina mayor y ellos sencillamente me entregaron una carta donde decían que ya no requerían más de mis servicios”, dijo Nahum Maldonado, con 21 años de servicio.
Presume que el amedrentamiento surgió luego de negarse a un sistema de contrataciones que -en su opinión- afecta los intereses del Estado y “se prestan para otras cosas”, como por ejemplo, las contrataciones horas hombre.
“Se violó nuestro derecho no cumplieron con la legalidad. A todo aquel que no le parezca, o se oponga a cosas irregulares, es suficiente para que te despidan. Pasándole por encima a todo…”.
Maldonado, al igual que sus compañeros, es militante del PSUV. Participó en la recuperación de El Palito y es responsable de una patrulla laboral. Dice que el partido está enterado de la huelga, pero no ha habido una respuesta contundente”.
“Creo que esto, no solamente va a servir para que seamos reenganchados, sino que va a servir para despertar al presidente Chávez y a quienes tienen responsabilidad de dirigir este país, de meter el ojo en esta gerencia. Yo creo que es cuchillo contra ellos mismos, porque la fuerza más fuerte es la fuerza laboral, y si los atacas, atacas las bases del gobierno”. (CorreodelCaroní; 07.02.2011)