«No cometimos ningún delito», afirmó en defensa de sus compañeros Karina Medina, una de las albergadas en el Instituto Nacional de Transporte, tras la detención de diez damnificados que estuvieron protestando a las puertas de dicha institución.
Desde el martes, los damnificados se instalaron en colchonetas a las puertas del lugar para exigir la entrega de sus casas. Sin embargo, el miércoles después de las 11pm el coordinador político de los refugios, Luis Quintana, junto a dos fiscales y efectivos de la Policía Nacional Bolivariana se acercaron al sitio para obligar la suspensión de la protesta.
Las familias invitaron a las autoridades al refugio para que constataran las condiciones en las que vivían y el por qué de su reclamo. En medio del hecho, los funcionarios policiales detuvieron a diez personas, entre hombres y mujeres, por alteración al orden público.
Según Medina, los apresados fueron enviados a una comisaría y ayer a los tribunales donde «serían juzgados».
«Yo soy 100% revolucionaria pero me molestan las acciones que han tomado contra a nosotros. Que vengan y nos escuchen, ya no sabemos qué hacer».
Otro de los reclamos es que en la construcción de las viviendas prometidas en Montalbán, al lado del Hospital Cardiológico Infantil, las paredes que están colocando son de drywall. «Esas son las mismas que tenemos en el refugio que cuando les cae agua se comen. Si nos entregan una casa así es lo mismo que estar en un rancho», afirmó Medina.
La entrega del complejo habitacional fue prometida para agosto, pero recientemente en una reunión les informaron que probablemente en noviembre será la entrega. Según los damnificados, la construcción tiene apenas tres pisos levantados.(Valentina Ovalles, El Universal, 24.08.12)