Entre enero y julio del 2010 ocurrieron en el país 1.581 manifestaciones, lo que equivale a nueve manifestaciones diarias, de las cuales el 97,91% fueron de carácter pacífico y únicamente el 1,90% tuvieron características violentas.

Las cifras las ofrece el estudio sobre Manifestaciones públicas enero-julio 2010, realizado por Espacio Público y Provea. Sin embargo, uno de los aspectos más importantes que refleja la investigación es que el derecho a la manifestación pacífica en el país es criminalizado por el Estado.

Al respecto, Provea conversó con Mikel las Hera, especialista en conflictividad social y administrador de la página Conflictove, sobre la situación del derecho a exigir derechos.

– Hay personas que desestiman la afirmación que la manifestación social es criminalizada ¿Cómo le explicarías a esas personas que sí estamos en un contexto de criminalización?

– Estamos en contexto de criminalización, porque hay gente en  la cárcel, hay gente procesada. Es un hecho, hay 2.500 personas sufriendo esos rigores por protestar, ya sean estudiantes, dirigentes laborales, trabajadores.

El hecho que las protestas, digamos, vayan en aumento no tiene una relación. Es decir, si la criminalización tenía como objetivo disminuir el número de protesta, no lo habría logrado. Sí ha podido lograr que más gente participe en las protestas o en determinado tipo de protestas, más masivas, pero, el hecho que haya muchas protestas está directamente relacionado con todos los problemas que hay con los servicios públicos, laborales que también han ido en aumento, por lo tanto, las protestas van aumentando, sin importar que el Estado criminalice o no.

– Es decir que el correlato del aumento de las protestas ¿es el aumento del descontento ante la ineficiencia del gobierno?

– Puede ser por ineficiencia del gobierno, por carencia de servicio o por cuestiones laborales. Indudablemente  tiene que haber una relación. Hay un descontento que se manifiesta en protesta.

Se puede decir que este año aumentarán las protestas o van a disminuir ¿Cómo ves el panorama?

– Hasta ahora han aumentado, digamos, si vamos a la cuestión cuantitativa, en el primer semestre ha habido un aumento respecto al primer semestre del año pasado. Todo parece indicar que sí.

Si la conflictividad y las protestas son por servicios, por problemas laborales, falta de contrataciones colectivas, entre otras, no hay a la vista señales que esas situaciones se vayan a corregir, por lo menos en el corto plazo, es muy probable que el año termine con más protestas que el 2009.

¿Cómo evalúa el hecho que más personas estén bajo régimen de presentación y medidas sustitutivas de libertad?

– En los últimos tiempos ha habido, lo que se puede llamar un refinamiento de la represión a través de instrumento legales.  Es decir, el gobierno se apoya en unos instrumentos legales que tiene el Estado, que son instrumentos legales que se han hecho en una Asamblea afín, en fin, esto tiene mucha relación con la falta de independencia de poderes ¿de acuerdo? Entonces hay unos instrumentos legales y hay, también, unos órganos jurídicos unos tribunales, una fiscalía, que están en la esfera del gobierno —que hay muchos ejemplos— entonces logra reprimir pero legalmente a todas estas personas, 2.500 personas presas o con medidas cautelares que no pueden acudir a manifestaciones. Sin duda eso es una criminalización, sin necesidad que haya una represión directa.

¿Cuál crees que debería ser la estrategia para ejercer medidas de presión más eficaces al momento de exigir sus derechos?

– Bueno yo creo que protestar, desde luego, es algo legítimo, algo que está garantizado. Yo creo que hasta ahora, toda estás protestas, que hemos dicho antes que están aumentado, son protestas que están desvinculadas entre si, son protestas pequeñas, pero son muchas, aunque algunas veces son por los mismos motivos. Por ejemplo, los servicios públicos, por la luz eléctrica, hay todos los días muchas pequeñas protestas  en diferentes partes del territorio nacional, pero, sin ninguna vinculación entre ellas y son así porque son espontaneas, porque son necesidades primarias que tiene la gente y sale a protestas porque llevan determinadas horas sin luz o sin agua.

Habría que ver como vincular estas protesta, no sé, si sea infundado más el valor solidaridad, que diferentes sectores que tienen razones para protestar se interrelacionen entre ellos y se solidaricen con las protestas de otros sectores, incluso en la misma ubicación geográfica. Hasta ahora vemos que hay protestas por la luz, estudiantes o sindicatos que protestan, pero rara vez, vemos a diferentes sectores, protestando en un mismo sitio, a un mismo tiempo.

– ¿Crees que se puede perder el derecho a la manifestación pacífica en Venezuela?

Si estamos hablando que existe criminalización de la protesta tendríamos que decir que sí, ese derecho está en peligro. Es decir, si hay un gobierno que criminalice la protesta, es porque no quiere que haya protestas, en otras palabras, ellos no eliminan del texto constitucional el derecho a la protesta pero sí la criminalizan, por lo tanto, siempre está en peligro. Mientras haya criminalización hay un peligro latente.

Prensa Provea 14.09.10

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