Ureña.- “Pimpineros” de la frontera colombiana cerraron este lunes, en la mañana, por intervalos de tiempo, el paso por el puente internacional “Francisco de Paula Santander”, de Ureña, en protesta por el manejo que el Gobierno de Bogotá pretende dar al combustible venezolano que llegará como importación al Departamento Norte de Santander, a partir del 1 de diciembre.
La protesta pacífica fue protagonizada a partir de las 9 de la mañana. Enarbolando pancartas, los “pimpineros”, que se dedican a la venta de la gasolina venezolana que entra de contrabando a Colombia, cerraban por espacios de 10 a 20 minutos el paso de vehículos, y luego abrían para evitar el colapso total del numeroso tráfico automotor. Así se mantuvieron en la mitad del puente que une a Ureña con Cúcuta, hasta cerca del medio día.
Según José Abel Correa, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Gasolina de la frontera nortesantandereana, el convenio de importación, próximo a reanudarse entre Venezuela y Colombia, prevé que el 50 por ciento del combustible venezolano debe ser manejado por estos trabajadores, pero el Gobierno colombiano pretende asumirlo por completo, beneficiando a un pequeño sector solamente.
Además, el acuerdo contempla que una vez se reanude la importación, los “pimpineros” deben de irse de las calles, donde revenden actualmente el combustible venezolano que entra de contrabando. Aseguran que hay más de 6 mil trabajadores en el área de frontera laborando como “pimpineros”, pero de la actividad se benefician, de manera indirecta, más de 30 mil familias.
El presidente del Sindicato aseveró que si el Gobierno colombiano no les da la participación que, según él, establece el acuerdo binacional, se mantendrán en pie de lucha. “Si tenemos que realizar mesas de negociación aquí en los puentes, lo haremos”, afirmó.
“Hoy estamos dando un segundo aviso al Gobierno colombiano, a la oligarquía nortesantandereana, que los pimpineros sí podemos, y unidos vamos a vencer. Si no se cumple lo que dice el acuerdo firmado con el Gobierno venezolano, aquí vamos a estar protestando”, afirmó el vocero.
Pese a que los protestantes cerraban el paso sólo por algunos minutos y luego abrían, a ambos lados de la frontera se congestionó el tráfico automotor. Cerca del mediodía, los “pimpineros” se retiraron hacia la zona de El Escobal, en el lado colombiano. En las orillas de las vías, estos trabajadores mantienen las ventas informales del combustible venezolano que entra de contrabando.
(José Hernández, Diario La Nación, 30.11.2010, http://www.lanacion.com.ve/noticias.php?IdArticulo=162189&XR=1)