Siguiendo la directriz del Ejecutivo Nacional y Regional de echar «gas del bueno» contra quienes protesten, la Policía Regional del Estado Aragua desplegó un dispositivo represivo gigantesco contra la movilización convocada por la UNETE-Aragua contra el Plan de Ajuste Capitalista este viernes 12 de marzo, evitando que se efectuara la marcha programada, agrediendo a los manifestantes, y deteniendo a 28 de ellos.
Alrededor de la 1:30pm, mientras se concentraban trabajadores en la intersección de la Avenida Bolívar con Ayacucho, alrededor de 200 efectivos de la Policía Regional, al mando del II Comandante, de apellido López, desconoció el permiso solicitado por la UNETE y, sin mediar palabras, arremetió contra los trabajadores, dispersando la protesta pacífica contra las medidas económicas. Al momento de la agresión policial, más de 600 trabajadores se preparaban para marchar, y aún faltaban por llegar centenares de trabajadores de todo el estado Aragua.
La exitosa convocatoria de las corrientes sindicales y organizaciones revolucionarias, encabezadas por la UNETE-Aragua, CCURA, y la Unidad Socialista de Izquierda, fue respondida con saña represiva por parte de las fuerzas policiales. Trabajadores y estudiantes de Carabobo, Anzoátegui, Lara, Mérida, Monagas, y Caracas, entre otras regiones, se hicieron presentes para marchar contra el paquete de medidas capitalistas, por libertad para el sindicalista Rubén González y cacique yukpa Sabino Romero, por justicia para Luis Hernández, Richard Gallardo, y Carlos Requena, víctimas del sicariato; entre otras consignas.
La policía detuvo a 28 manifestantes, entre ellos a Robert González, Secretario ejecutivo de la FUTPV y tres activistas de la organización defensora de Derechos Humanos PROVEA, Rafael Uzcátegui, Robert Calzadilla, y Marcos Ponce.
Nota tomada de http://laclase.info
La desproporcionada actitud y actuación de los cuerpos represivos del Estado, especialmente en el caso de la Policía del Estado Aragua, pone al descubierto el carácter antidemocrático de la orientación las políticas gubernamentales del Presidente de la República y demás personeros que siendo militantes activos de su partido político, comparten también cargos en los diferentes niveles de la conducción institucional en Venezuela. Tales actuaciones policiales, además de violentar los derechos humanos, convenios internacionales y la normativa interna desde la Constitución hacia abajo, son absolutamente contradictorias con un discurso que dice proclamar el socialismo, toda vez que los principios inspiradores de la sustitución del sistema de explotación capitalista, que más auspician la profundización de la lucha de clases, nunca justificarán ni explicarán estos desmanes contra la clase trabajadora. Este caso es una réplica de la situación que viven las luchas laborales en el país, las luchas estudiantiles, indígenas, comunitarias y populares, en general. Todas son primero descalificadas y luego reprimidas violentamente, privando de su libertad a los dirigentes y militantes sindicales, y asesinando a sus figuras más embémáticas.