Por considerarlo «la vuelta a una práctica que parecía superada», la directora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, Ligia Bolívar, rechazó la decisión del presidente Nicolás Maduro de colocar al frente de la Policía Nacional y de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), al capitán (r) Ronald Blanco La Cruz y al general (R) Manuel Eduardo Pérez Urdaneta, respectivamente.
«Esto es peor que lo que teníamos en el pasado, pues antes de 1998 ciertamente los mandos policiales los tenía la Guardia Nacional, pero todo lo relacionado con la formación de los policías y el Ministerio del Interior estaban en manos de los civiles, pero ahora todo está en manos de militares», afirmó, al tiempo que recordó que esta medida no solo es contraria a la reforma policial realizada en 2006 sino a la propia Constitución.
Bolívar dijo no entender por qué el Gobierno se empeña en recurrir a los uniformados para esta tarea.
¿La razón? «De acuerdo a las cifras este último plan de seguridad militarizado (Patria Segura) no ha dado resultados. La violencia no ha disminuido, sino que sigue creciendo y esto es porque los militares no están preparados para combatir el delito, sino para la guerra».
Por último, no dudó en admitir que le preocupan las repercusiones que estas decisiones del Gobierno puedan tener sobre el respeto a los Derechos Humanos.