No se había expresado de manera abierta; la orden no es más que disparar a matar cuando se “enfrenta a un delincuente. Para el general en funciones de comando Antonio Benavides, un delincuente se debe encontrar “en la cárcel o bajo tierra”. Con estas declaraciones, le ha dado carta blanca a las ejecuciones extrajudiciales, se trata de sostener la posición injustificable de “plomo al hampa” con esto enviamos las leyes y la Constitución al cesto de la basura y a muerte al delincuente sin previo juicio
Atropello
Estos es sin duda, una cuestión de abuso de poder, desconocimiento de la constitución, de la afirmación de la ley de la venganza pública que se añade a la privada.
En otras palabras, aquel que sea considerado delincuente por parte de las «fuerzas del orden público», como lo fue Franklin Brito en su momento, quien fue sujeto a una medida de reclusión forzosa por protestar y haber incurrido en el «delito de huelga de hambre» y como no pudo ser castigado después de muerto, se intentó perseguir a sus familiares para pagar por la protesta, desistiendo de ello el Ministerio Público ante el absurdo de tal propósito.
Bajo la mesa
Las declaraciones del general no pueden ser ignoradas y pasadas por debajo de la mesa. Aceptar esta proposición que, inclusive, puede ser atractiva para aquellos que piensan que la violencia, solo puede ser combatida por la violencia, y lo menos que debe hacer el ministro de interior y justicia es rechazar de manera tajante la propuesta.
El abuso de poder debe ser combatido y no debe dársele ningún tipo de impunidad y mucho menos una justificación sobre las acciones de quienes bajo su cargo, pretender tomar la justicia por sus manos.
La delincuencia debe ser combatida con la ley; aceptar o convalidar la eliminación de presuntos transgresores es la explicación del alto número de hechos violentos ocasionados por funcionarios o ex funcionarios, constituidos en escuadrones de la muerte.
Y la alternativa de la cárcel es equivalente a la de la muerte, ya que en nuestras cárceles solo se sobrevive, a la espera de un golpe mortal. (EU; 15.09.2010)