Las mujeres representan alrededor del 42% de la población en situación de refugio en Venezuela, que se contabiliza en aproximadamente 200.000 personas.
Su lucha se desarrolla en el día a día llevando el peso de su familia y el sufrimiento de haber sido desterradas de su hogar en su país de origen. A pesar de su situación (de clara desventaja), llevan una sonrisa en la cara como recordatorio de que a la vida hay que verle el lado positivo y su lucha se expresa en transmitir su experiencia para prevenir que otras mujeres pasen por lo mismo.
Muchas son líderes comunitarias o voceras de consejos comunales y tienen el respaldo de las comunidades de las que son miembro. La documentación se presenta como un problema cuando intentan integrarse a alguna actividad productiva que las ayuden a sacar adelante a su familia o cuando intentan especializarse en alguna materia sin poder obtener certificación de sus estudios. Pero a pesar de los obstáculos aún se observa como en las comunidades receptoras la participación de la mujer refugiada es más activa, llena de dinamismo y creatividad, logrando sortear el tiempo entre las labores del hogar y la ayuda a la comunidad.
La mayoría tienen al menos dos hijos y son cabeza de familia. Forman parte del trabajo del Servicio Jesuita a Refugiados-Venezuela (SJR-Venezuela), colaborando con los proyectos de emprendimiento económico y empoderamiento de derechos, siempre dispuestas a participar y aprender de sus derechos y deberes, intentando formarse en todo lo que puedan para ser multiplicadoras de conocimientos y experiencias, para llegar a ser ejemplo para sus hijos y ofrecerles un mejor presente y futuro.
Si alguna vez un indicio de lágrima amenaza con descubrirse se limpian en rostro y miran al frente pues aún quedan muchas cosas por hacer y muchas conquistas por las que luchar.
Ser mujer en la sociedad actual implica de por sí muchos retos, ser mujer e indocumentada implica afrontar la vida como una lucha del día a día, donde la apuesta está en tu contra. En el Día Internacional de la Mujer el SJR-Venezuela quiere conmemorar las luchas de las mujeres en situación de refugio que se encuentran en Venezuela resaltando su valor y entereza al afrontar la situación a la que forzosamente han sido desplazadas, destacando su valor para afrontar nuevos retos, desarrollando capacidades de adaptación dignas de igualar y que han servido de ejemplo para otras mujeres en su misma situación haciéndoles recuperar las esperanzas de lograr reconstruir sus vidas en otro país sin el apoyo de una familia e indocumentadas.
“Si una tiene miedo de dar un paso no se hace nada, los pasos hay que darlos aunque sea poco a poco”. Solicitante de refugio del Alto Apure venezolano.
Prensa SJR Venezuela
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