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«No hay gas”, «No hay gas de ninguno”, «No sabemos cuándo llega el gas, favor no molestar”, son alguno de los anuncios colocados en las afueras de expendio de gas doméstico en Palavecino, drama que ya comienza a inquietar a los usuarios que deben iniciar un largo y tortuoso periplo por el municipio en un intento fallido por conseguir una bombona.

En un recorrido de EL IMPULSO por las tres parroquias del municipio, conseguimos que en no menos de ocho Estantes de Gas Comunal, no había una sola bombona para la venta.

Los comerciantes y/o expendedores de este producto, aseguraron que el gas no volvió a despacharse en los estantes desde la primera quincena de diciembre de 2013, «y cuando vemos un camión de Pdvsa Gas, es para vender las bombonas en operativos relámpagos, en donde se hacen colas hasta de 300 personas, que por supuesto, se quedan unas 200 sin adquirir la bombona y con la esperanza de que algún día volverán”, citó Pastora Torrealba, vecina de Vallecito oeste, parroquia Agua Viva.

Comentó que durante los primeros día de enero, Pdvsa-Gas realizó un operativo, sin previo aviso, en Las Cuibas, en donde vendieron solo 300 cilindros, pero en la cola habían unas 900 personas esperando bajo el sol inclemente del mediodía.

Conseguir una instalación de gas de 10 kilogramos (cilindro, regulador y manguera) es una verdadera odisea. «Como producto minero, en Venezuela, esto pasó a tener el mismo precio que un lingote de oro”, amplió Torrealba, agregando que los ladrones en Agua Viva se han dedicado a robar cilindros de gas, debido a la gran demanda, toda vez que para adquirir una «debes apuntarte en una larga lista con una carta anexa explicativa para qué y por qué estás solicitando el recurso”.

Largo y tortuoso periplo

Eduardo De Bruzos, habitante del caserío El Placer, consiguió una bombona en El Tamarindo, sector La Nicaciera después de nueve semanas y luego de recorrer cada rincón del municipio.

Comentó que la bombona le costó 30 bolívares a pesar de estar regulada a 3,70, «pero tienes que pagarlo porque de lo contrario te quedas sin el recurso y debes someterte a cocinar a leña. Hemos retrocedido en Venezuela más de 50 años. La escasez se presta para la más brutal especulación al tiempo que el Gobierno sólo acusa a la oposición de todos los males que ellos han causado por su incapacidad, pero se jactan de que el país tiene la mayor reserva de gas en el mundo. Qué ironía”, espetó De Bruzos.

Reinaldo Lara, residente de Barrio Turén, en la parroquia Cabudare, detalló que para conseguir gas es preciso dejar la bombona en una estante de la zona, hacerte amigo del expendedor y darle 50 bolívares, además de pasar diariamente a ver si le llegó el camión surtidor.

«Mas esto no te da garantía de obtener una bombona. Hay sitios en Cabudare que solo le venden a los clientes fijos, quienes pagan la llamada vacuna y deben retirar la mercancía (el cilindro) de noche, con sigilo y con prudencia. La mercancía permanece escondida o tapada con un encerado”, narra Lara. (Luis Alberto Perozo Padua, El Impulso, 06.02.14)

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