El viernes 31 de julio se produjeron hechos de gran magnitud San Félix. El resultado: un muerto, más de 100 heridos, más de 50 detenidos, varios comercios saqueados y un bus Yutong volteado. Desde el gobierno se responsabilizó a paramilitares e infiltrados. ¿Es así? ¿Qué origino la manifestación en San Félix el día viernes 31 de julio? ¿Fue un hecho aislado o puede extenderse?
Los hechos
El origen de los hechos está en el pésimo servicio de transporte público que viene afectando a nuestra población. Más de la mitad de las unidades están sin funcionar por falta de repuestos y eso hace que desde hace semanas haya que esperar hasta dos horas para subir a un transporte que permita ir a trabajar ,regresar al hogar o movilizarse a cualquier sitio. Por si esto fuera poco, esta situación es aprovechada por los transportistas (incluidos algunos de la Misión Transporte) para cobrar entre Bs 50 y Bs 100 un pasaje que debe pagarse a Bs 10. Además de no respetar las rutas establecidas. Mientras tanto, de los buses Yutong traídos por el gobierno nacional son pocos los que están en funcionamiento, aún cuando hace casi un año que decenas de ellos descansan en el estacionamiento del aeropuerto y otros sitios.
En la mañana del viernes 31, en una de las paradas con mayor caudal de gente, uno de los buses Yutong (Mision Transporte) quiso cobrar el pasaje al precio que le dio la gana y un grupo de pasajeros estalló, haciendo bajar al chofer y volteando el bus. Los hechos se fueron extendiendo y un sector comenzó a saquear un supermercado chino, al que responsabilizaban de ser quien acapara la mercancía para dársela después a los bachaqueros. Luego despojaron de sus mercancías a los bachaqueros que estaban en el lugar. Finalmente cuatro comercios fueron saqueados hasta que las fuerzas de seguridad lograron controlar la situación, quedando como saldo un muerto, varias decenas de heridos y numerosos detenidos.
El Gobierno elige negar la realidad
Tanto las declaraciones del gobierno regional (Rangel Gómez) como las del gobierno nacional, pronunciadas por el presidente Nicolás Maduro han sido lamentables. Ambos han elegido ignorar la realidad que vive todos los días el pueblo de Guayana: las colas (muchas de las veces infructuosas por no conseguir alimentos importantes), el maltrato al que someten al pueblo, la falta de transporte público, la especulación que devora nuestros ya devaluados salarios. Para ellos nada de eso es importante ni tiene que ver con los hechos de San Félix. “Aquí no hay hambre” dice cínicamente el Gobernador de Bolívar. “Vamos a enviar la OLP para combatir a los paramilitares y a los infiltrados” agrega el Presidente Maduro. Ni una palabra de cómo resolver el calvario diario de miles de familias Guayanesas.
Desde Marea Socialista queremos ser categóricos: rechazamos actos vandálicos y no negamos que puedan haber participado de los hechos grupos paramilitares o delincuencia organizada que se montan sobre el malestar del pueblo. Es necesaria una investigación a fondo y que de ser así se los castigue de manera contundente.
Pero afirmamos también que los hechos del viernes no fueron un “rayo en cielo sereno”, es parte del malestar que se viene acumulando en la población y prueba de ello es que ya se venían produciendo desde hace semanas problemas con el transporte público y protestas de los pasajeros que ante la falta de unidades trancaron las vías, primero en Alta Vista y luego en Castillito. Hubo también incidentes y heridos en colas de PDVAL, Bicentenario, Macro y otros comercios de alimentos.
Es decir, hay un clima de malestar y desesperación en el que no se ve la acción del gobierno para normalizar la situación. Y es esto lo que genera un caldo de cultivo para la oposición, grupos irregulares, guerra psicológica y todo lo que los sectores más nefastos de la oposición nos tienen acostumbrados. Pero mientras el Gobierno elija esconder la realidad en lugar de resolver los problemas esta situación puede volverse aún más explosiva, no por el paramilitarismo, sino porque la gente está molesta. Quien hace mercado no consigue los alimentos, quien va a su trabajo no consigue transporte, a lo que se suma la inseguridad, el matraqueo que se sufre permanentemente por cualquier funcionario, desde un fiscal de tránsito, pasando por la policía, sea municipal o estadal hasta un guardia nacional.
Desde distintos sectores, entre los que se encuentra Marea Socialista, se han hecho infinidad de propuestas para hacer frente a la Guerra Económica y el saboteo. Sin embargo el gobierno ha optado por no escuchar, satanizar la crítica, y volverse cada vez más autoritario. Es ese camino que ha elegido el gobierno el que facilita la acción de la derecha y los grupos desestabilizadores.
Los gobiernos nacional, regional y municipal deben dar explicaciones
Las declaraciones del Presidente Maduro, diciendo que esto se resuelve con la OLP son realmente preocupantes. Por supuesto que estamos de acuerdo con hacerle la guerra a la delincuencia, con lo que no estamos de acuerdo es que cualquier malestar que manifieste el pueblo, sea reprimido con la excusa de que es una guarimba.
Lo que le exigimos a las autoridades es que expliquen por qué hay casi 200 autobuses Yutong guardados en el estacionamiento del aeropuerto de Ciudad Guayana, mientras los usuarios del servicio de transporte, tenemos que pasar 1 y 2 horas en una parada para poder trasladarnos a nuestros sitios de trabajo o a cualquier otro que necesitemos ir.
Que expliquen por qué hay en otro estacionamiento al lado del terminal de pasajeros de Puerto Ordaz, buses Yutong nuevos, pero parados por falta de repuestos y otros desmantelados.
Que expliquen qué paso con las proveedurías de repuestos, cauchos y baterías.
Que expliquen qué pasó con Alimentos Bolívar que fue creado precisamente para ayudar a paliar esta situación.
Solicitamos que se averigüen sobre los hechos de violencia generados y se apliquen las sanciones correspondientes; pero no podemos negar la realidad del país en estos momentos, porque si tenemos problemas graves con el transporte público, con la escases de alimentos, con la necesidad de padres y madres de llevar comida a su casa, pañales y leche los que tienen niños pequeños y la verdad es que no se consigue normalmente en los supermercados. Y si el gobierno insiste en negar la realidad y acusar de guarimbero a cualquiera que proteste, lejos de resolver el problema va a terminar agravándolo.