Lo que empezó como una solución ante la emergencia (refugiarse en escuelas cercanas a las zonas afectadas) terminó con un problema: buscar nuevos espacios para desocupar los 496 «planteles-albergues» para que hoy reciban a sus estudiantes. Gran parte de esos espacios han resultado estar lejos de los colegios y trabajos de los afectados, por lo que varias familias deberán cruzar la ciudad para llevar a sus hijos a clase, mientras el Ministerio de Educación define distintas modalidades para que esos estudiantes no pierdan el año escolar.
Mary Martínez es una joven madre que vivía en Antímano y perdió su casa. Actualmente, está con sus hijos en un refugio ubicado en Catia, y su pequeño de 5 años estudia en un colegio privado de Antímano. «No sé cómo voy a hacer, el niño entra a las siete de la mañana; tendré que madrugar porque, si no lo llevo, igual me cobran. Los coordinadores del refugio están viendo si traen transportes para llevar a los niños a sus colegios o si traen maestros al galpón», comentó Martínez. Dudas similares tienen cientos de padres reubicados de polo a polo.
Por ejemplo, en La Carlota hay damnificados de distintas zonas de la carretera vieja Caracas-La Guaira y Catia, igual que en Fuerte Tiuna y el Hipódromo La Rinconada, donde además hay de Macarao y Coche. Este sábado llegaron al Núcleo Endógeno Fabricio Ojeda, en Gramoven, 675 familias que estaban en dos escuelas de Antímano. En el Ministerio de Educación (esquina de Salas, centro de Caracas) hay damnificados de la carretera vieja Petare-Guarenas y Caracas-La Guaira, quienes estaban en la UE Agustín Aveledo.
En la sede principal del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, en Chacao, se refugian habitantes de La Vega, Catia y Caricuao (primero estuvieron en los liceos Luis Espelozín, Manolo Rincón, colegio José María Dianel, UE Núñez Aponte y preescolar Los Mangos), mientras que las familias que vivían en Los Frailes de Catia y Altavista, que estaban en la UE Nicanor Bolet Peraza, los llevaron a Los Ruices (VTV) y Cota 905 (Club Social de la Policía Metropolitana). Y en el Idea (valle de Sartenejas, municipio Baruta), recibieron a 220 personas de Carapita.
Varias madres y padres no sabían ayer cómo iban a hacer para llevar hoy a sus hijos a clases.

Varias modalidades. Según información suministrada por la ministra de Educación, Jennifer Gil, de los 126.538 damnificados, el despacho estima que 60 mil, aproximadamente, sean niños y jóvenes entre 0 y 17 años (esta semana esperan tener los datos precisos). Para esos damnificados en edad escolar, el Ministerio de Educación (ME) maneja varias modalidades para facilitarles el regreso a las aulas y la prosecución de sus estudios.
Para casi todos los refugios, indistintamente de su tamaño, el ME está recomendando habilitar guarderías, en vista de que los más chiquitos son los más difíciles de trasladar.
En albergues con mayor espacio, como Fuerte Tiuna, acondicionarán espacios para que funcionen como aulas de clase, sobre todo a los niños que cursen básica, y en los que no se pueda, se asignarán autobuses para que los lleven a sus viejos o nuevos planteles (cada ministerio o ente público con afectados bajo su responsabilidad colaborará con unidades de transporte).
Una de las modalidades que activó el ME para el reinicio de actividades es la rezonificación de los estudiantes damnificados en planteles cercanos al nuevo refugio, pues en la mayoría de los casos estarán en ellos hasta que les asignen las viviendas. Eso se aplicará en todos los estados del país afectados por las lluvias. La ministra Gil informó que no será impuesto, sino que les preguntarán a los padres si están de acuerdo con cambiarlos de colegio.
Por ejemplo, los niños y adolescentes que están en el Palacio Blanco y Miraflores estudiarán básica en la UE Armando Zuloaga Blanco, en la Av. Panteón, y el bachillerato en el Fermín Toro, informó Dixon Pompa, integrante de la Dirección General de Protección y Desarrollo Estudiantil. «Si los padres no quieren, se les buscará otra solución», señaló.
A los que están en el Sambil de Candelaria, les buscarían cupo en el Liceo Andrés Bello (Av. México), Experimental Venezuela y otros planteles cercanos. Yiruma Paredes, vocera de la Comisión de Educación de del consejo comunal Avenida México, informó que, efectivamente, en el Liceo Andrés Bello están esperando la información de los damnificados del Sambil y de otros refugios de Candelaria para ver a cuántos podían recibir. Las 338 personas que estuvieron allí durante 35 días dejaron el plantel el jueves.
Tras las desocupaciones, el ME hará inspecciones y rehabilitarán los planteles que lo ameriten, a la par con las clases.
«Estamos dando atención integral y respuestas a las distintas situaciones; garantizamos la escolaridad de todos, donde podamos abrir aulas llevaremos maestros de distintos niveles y modalidades a dictar clases», aclaró la ministra de Educación, quien detalló que también les garantizan a los estudiantes afectados los uniformes y útiles.
Esta semana tendrán la información específica de la cantidad de estudiantes por cada nivel educativo, por lo que seguramente hoy habrá niños esperando la rezonificación.

Compartirán espacios. Varios centros educativos amanecieron hoy con damnificados, pero uno de los que ya se sabe que compartirá sus espacios con estudiantes es la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas, de la Universidad de las Artes, en Parque Carabobo. Allí hay 688 personas desde finales de noviembre ocupando las 27 aulas. Les informaron que sería un refugio permanente; algunos están de acuerdo, otros no. Allí hay afectados de la carretera vieja Caracas-La Guaira y San Agustín. Deika Leal, del consejo comunal El Paují I, manifestó que les ofrecieron cambiar de colegio a los niños, pero la mayoría de los representantes no está de acuerdo. Por ello, piden que les asignen un autobús. Le exigen al alcalde de Libertador que acuda al lugar, pues tienen problemas con la dotación de alimentos. «Ni ellos ni Distrito Capital nos dan respuesta», aseguraron.

10.01.11 Patricia Marcano. Últimas Noticias.

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