El próximo jueves 28 de octubre, Venezuela cumple cinco años desde que fue declarada como territorio libre de Analfabetismo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), como refleja un reportaje de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).

Ello, gracias a la valiosa labor desarrollada por hombres y mujeres que hasta el año 2005, enseñaron a leer y escribir a más de 1.500.000 venezolanos de manera gratuita, a través de la Misión Robinson, erradicando por completo los problemas de analfabetismo en el país.

Hasta la fecha, con más de 38 mil 165 facilitadores en todo el país, la misión registra un total de 2.283.628 personas que orgullosamente dicen “Yo sí puedo”.

De este total, 1.706.145 personas corresponden a la Misión Robinson I (alfabetización) y 577.483 a la Misión Robinson II (prosecución de los estudios hasta el 6to grado), de acuerdo con cifras aportadas por la presidenta de la Fundación Samuel Robinson, Marisol Calzadilla.

“No es poca cosa este logro. Para Venezuela es algo muy importante y no solo porque nos reconozca el mundo, sino por nuestro desarrollo como país y el desarrollo de nuestro pueblo. Toda esta conciencia de hoy en día en el pueblo, lo que está pasando en el país, el nivel de conciencia, de participación en la construcción del poder popular, es producto de la educación. La gente se apropió de sus vidas a través del conocimiento”, enfatizó la funcionaria.

La misión Robinsón ha contribuido a la universalización de la educación y de esta manera, se ha convertido en una de las herramientas que ha permitido al Gobierno cumplir las metas del mileno en materia educativa, gracias a la efectividad del método Yo sí puedo, aplicado por la misión como parte de la cooperación Cuba-Venezuela.

Ahora, las autoridades de este programa, se enfilan hacia la tarea de lograr que Venezuela sea declarada territorio con el mayor índice de escolaridad primaria alcanzado y para ello la meta es graduar anualmente a unas 800 mil personas de sexto grado.

De acuerdo con Calzadilla, las estimaciones indican que este logro pudiera alcanzarse en el año 2012.

“Haber logrado la declaración como territorio libre de analfabetismo, nos impulsa a librar ahora una lucha por lograr que estos patriotas continúen sus estudios hasta el sexto grado para mejorar su educación”, agregó.

7 años en la lucha contra el analfabetismo

Desde su creación, en el año 2003, la misión Robinson emprendió una ardua labor para llegar a todos los rincones del país y llevar la luz del conocimiento a quienes por años fueron excluidos.

Robinson, encierra en sus filas a toda la diversidad del país, pues ha llegado hasta los lugares más recónditos y hasta donde nadie lo había hecho en el pasado.

Actualmente, esta misión se encuentra en 24 cárceles de toda la nación y un aproximado de 926 reclusos han sido formados gracias al método cubano «Yo sí puedo».

En cada pueblo del país existe un ambiente de la misión -actualmente se cuentan 38.412- y esta ha llegado incluso a los centros laborales, con la intención de promover la prosecución de los estudios en aquellas personas que aún no tengan el sexto grado.

Indígenas, privados de libertad, afrodescendientes, desplazados, integrantes de la Misión Negra Hipólita y personas con discapacidad han salido de las sombras gracias a este importante programa educativo.

Incluso, esta iniciativa ha trascendido fronteras, llevando junto a los hermanos de Cuba, el método de alfabetización a países hermanos como Bolivia y Nicaragua, gracias a los convenios de cooperación nacidos en la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba).

Misión Robinson y el desarrollo socio productivo

Este programa social no sólo brinda la oportunidad de estudiar y salir de las sombras a las personas sin importar su condición, edad, sexo o nacionalidad, sino que además brinda una capacitación integral y presta apoyo a las iniciativas socio productivas de los estudiantes, las cuales se convierten en fuente de sustento para beneficio propio y de las comunidades
en las que éstos se desenvuelven.

De acuerdo con Calzadilla, la misión Robinson trata de abordar la visión integral del hombre y explotar todos sus talentos y cualidades en función de sus necesidades y bienestar.

«La misión ha tocado incluso aspectos humanos que van más allá del área educativa”, enfatizó.

Bajo este esquema, nace el proyecto Robinson Socio Productivo, con la finalidad de financiar aquellos proyectos a los estudiantes de la misión que resulten beneficiosos para la comunidad.

Con este programa, se busca crear en la conciencia de los estudiantes de la misión sobre una economía de cooperación, en función de que los talentos de cada persona estén al servicio de la comunidad.

Hasta el momento, la misión ha financiado un total de 796 de estos proyectos en diversas áreas productivas. Entre ellos, destacan 180 proyectos agrícolas, 205 pecuarios, 76 artesanales, 117 de construcción, 105 textiles, 111 en el sector turismo y dos en el de servicios.

Robinson, sin duda alguna, es uno de los programas educativos mas valiosos del Gobierno Nacional, pues brinda a quienes tradicionalmente fueron excluidos del sistema educativo, la oportunidad y las herramientas necesarias que les permiten apropiarse del conocimiento que les fue negado.

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