Una máquina sin cauchos y un terreno baldío son las únicas señales de la escuela anunciada para la urbanización Las Marías, en el sector El 70 de El Valle.
En mayo, el presidente Nicolás Maduro y el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, visitaron el área desarrollada por la Misión Vivienda y prometieron la construcción de una escuela que atendería a 300 niños de la zona y una cancha de baloncesto techada.
Debía estar lista en nueve meses.
Los hombres de Las Marías han hecho portón por cuatro meses para ser incorporados en el proyecto, pero no han ocurrido contrataciones ni han llevado material al urbanismo ubicado más cerca del cielo, que de los Jardines de El Valle.
“Tengo dos niños, un varón de 9 años de edad y una niña de 5. Para que el mayor vaya a la escuela tengo que levantarlo a las 5:00 am para que tome el jeep que lo deja en el centro comercial El Valle y luego otro transporte que lo lleve a Los Jardines.
Tardamos dos horas en hacer el recorrido”, dijo Iramar Oleaga, residente de Las Marías.
El Instituto Metropolitano de Urbanismo hizo un inventario de 69 desarrollos de la Misión Vivienda, pero únicamente en las vallas de identificación de 4 se anunciaba la construcción de algún equipamiento educativo: en Barrio Nuevo Macarao; en Antímano-Mamera El Algodonal; en La Yaguara-San Martín, y en la calle Real de Quebrada Honda.
Una escuela, un liceo y un Simoncito están funcionando actualmente en Ciudad Caribia, pero sus habitantes exigen que se retome la construcción de un segundo liceo, pues la población del urbanismo va en aumento.
“Si pudimos hacer 12 edificios, no entiendo por qué no podemos terminar una escuela”, dijo otro residente Las Marías que prefirió resguardar su identidad.
El ministro de Estado para la Transformación de la Gran Caracas, Francisco Sesto, informó que en Libertador construyen 29.000 viviendas. La alcaldía de este municipio señala que en el área están en construcción 14 escuelas, aunque no precisan en dónde.
Exclusión educativa.
Para Violeta Carballo ser damnificada implicó algo más que la pérdida de su vivienda. Sus hijos de 13 y 11 años de edad quedaron fuera del sistema escolar.
Vivían en la Cota 905 y estuvieron albergados en el Pedagógico de Caracas. “Cuando nos mudamos al refugio dejaron de estudiar. Tuve que sacarlos de la Escuela Guzmán Blanco, porque no estaba trabajando y no podía darles para el pasaje, e inscribirlos en la José Antonio González, de El Paraíso, pero de ahí los expulsaron. El mayor quedó en tercer grado y la hembra iba para segundo. Ahora no les encuentro cupo en ninguna parte”, manifiesta.
Carballo fue adjudicada en La Paz, en un desarrollo habitacional que tiene casi 1.000 viviendas. “Hay un terreno detrás de los edificios que están aplanando para hacer más apartamentos, pero lo que deberían hacer es un colegio para los niños de aquí”, exigió.
De acuerdo con las Normas de Equipamiento Urbano, un desarrollo habitacional con 1.500 habitantes amerita un preescolar y una escuela básica.
Fausto Romeo, miembro de la organización Consenso Educativo, indica que en Venezuela hay un déficit de 300.000 aulas.
Raquel Figueroa, del Movimiento de Educadores Simón Rodríguez, señala que en Libertador las escuelas son las mismas: “Lo que se ha hecho es mantener la infraestructura existente. La construcción de la vivienda no se ha correspondido con un estudio para incorporar a los niños que son adjudicados en parroquias distintas a su lugar de origen. Eso debilita la calidad y el derecho a la educación, que implica que los jóvenes puedan estudiar cerca de su hogar”.
Construcción bajo supuestos.
Zulma Bolívar, presidenta del Instituto Metropolitano de Urbanismo, explica que el Estado justifica la ausencia de nuevos centros educativos junto a la misión, con la teoría de que los adjudicados formaban parte de la población de Caracas y se están reubicando.
“El análisis del déficit de equipamiento debe realizarse a partir de la cantidad de población. Si la población varía sabes que aumenta la demanda. Sin embargo, no hay información fidedigna que permita hacer una estimación”, reclama.
Para Alfredo Cilento, investigador del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción de la UCV, una de las deficiencias de la Misión Vivienda, reconocida por las autoridades, es la de los servicios, no sólo educativos, sino de salud: “¿Dónde están las escuelas en la avenida Libertador? Una de las causas del ausentismo escolar es que los jóvenes no estudian cerca de donde viven”. (Emily Avendaño, El Nacional, 09.09.13)
