El anteproyecto de ley de educación militar que discute la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional estipula su aplicación en guarderías, escuelas, liceos y universidades públicas y privadas.
El texto debatido el miércoles en la comisión indica, en el artículo 1, que el objeto de la ley será regular el “proceso de enseñanza-aprendizaje de la FANB y del pueblo”.
El artículo 2 agrega que la ley se aplicará a “los integrantes de la FANB y al pueblo, en todos los niveles del sistema educativo nacional”. El artículo 25 de la Ley Orgánica de Educación establece que el sistema educativo nacional abarca desde la educación maternal, pasando por la primaria y el bachillerato, hasta el nivel de posgrado.
Al ser consultado sobre el alcance de la norma, el presidente de la Comisión de Defensa, William Fariñas (PSUV), aclaró que “de momento” es un papel de trabajo. “Todo lo que tiene que ver con la independencia, la soberanía y la defensa integral de la patria son corresponsabilidad de todos los venezolanos. Comprender toda la fenomenología de lo que es la vida militar y lo que son los avatares de la guerra es fundamental”, dijo.
Stalin González (UNT) refutó el argumento y advirtió que la comisión podría incurrir en extralimitación de funciones.
“A la comisión vinieron autoridades del Ministerio de la Defensa y de la Universidad Militar de Venezuela para solicitar que elaboráramos un instrumento que les destrabara una serie de escollos académico-administrativos dentro de la modalidad de la educación militar. Ahora el PSUV quiere meter en ese saco a todo el sistema de educación pública”, declaró González.
Ejes curriculares. La modalidad de la educación militar está definida en el artículo 30 de la Ley Orgánica de Educación y en el 114 de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. En ambos artículo se habla de esta modalidad únicamente referida a los integrantes de la FANB y sus instituciones, pero en ningún caso involucra a la población civil.
Pero la exposición de motivos del papel de trabajo afirma que la educación militar tiene como misión “formar y capacitar a los integrantes de la FANB y preparar al pueblo para la participación activa en la preservación de la independencia”.
El capítulo V, sección segunda, agrega que esa formación se instrumentará a través del “eje curricular independencia, soberanía y defensa integral” y el “eje integrador”.
El primero se orientará a “fortalecer la unidad cívico militar en correspondencia con la ética bolivariana y el concepto de guerra popular prolongada”. El segundo se orientará a “fortalecer los principios de patriotismo, independencia, soberanía, ética bolivariana, así como el conocimiento de la concepción de guerra popular prolongada”.
Ambos ejes se articularán con el sistema educativo nacional y un comité constituido por tres ministros y el comandante del CEO-FAN se encargarán de velar por su elaboración y aplicación.
Divulgar el legado. En el papel de trabajo, con membrete del “Plan Sucre-Eje Jurídico y Educativo” del Ministerio de la Defensa, también se incorporó el aspecto ideológico.
El artículo 4 acuerda que la educación militar será “bolivariana, nacionalista, socialista y antiimperialista”. Además, que las “bases doctrinarias, filosóficas e ideológicas del pensamiento y acción de Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora y del comandante supremo Hugo Chávez Frías” serán bases esenciales de la educación militar.
El artículo 21 estipula que esa modalidad académica promueve y difunde “el legado del comandante supremo Hugo Chávez para el estudio de la historia patria, la realidad nacional e internacional”.
Guerra y paz
Muchas de las pretensiones del anteproyecto de ley de educación militar no son novedosas, como la incorporación del lenguaje militar en esferas de la vida ciudadana, señaló Olga Ramos, directora del Observatorio Venezolano de Educación. Advirtió que esos términos buscan “llevar a Venezuela de una sociedad civil y pacífica a una de conflicto”.
“Eso es contrario a lo que promueve la Constitución, que señala que somos un país basado en la cultura de la convivencia y la paz. Una cosa es que la FANB sirva al país y otra es crear una institucionalidad de relaciones basadas en la cultura cívico militar”, indicó.
Lila Vega, coordinadora de la Red de Madres, Padres y Representantes, dijo que es inoportuna la discusión del anteproyecto en este momento, justo cuando el Ministerio de Educación abrió un proceso de consulta nacional sobre la calidad educativa que comenzó “con buen pie”, pues no ha sido polarizador.
“Todos los sectores, aproximadamente 29.000 planteles, están discutiendo cómo quieren que sea la educación; lo prudente es que, antes de discutir eso, en la Asamblea se escuchen las conclusiones de este proceso”. (Maru Morales, Alex Vásquez, El Nacional, 08.08.2014)