Según el Instituto Nacional de Estadísticas de la República Bolivariana de Venezuela (INE) en el año 2003 existía una población analfabeta de un millón 153 mil 354 individuos, situación por la cual el Gobierno Nacional desprendió un imperativo político y de justicia social con el impulso de la Misión Robinson que, luego de 7 años de labor sostenida, logró transformar el panorama educativo venezolano.
De acuerdo con el boletín electrónico número 10 de la Comisión Nacional Venezolana de Cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el nombramiento de Venezuela en el año 2005 como país libre de analfabetismo -tras la alfabetización de más de 1,4 millones de ciudadanos-, tanto los venezolanos como otras naciones del mundo reconocen los logros del programa.
En la concepción del aprendizaje sin límites, la Misión Robinson ha trascendido la capacidad de enseñar a leer y a escribir. La propuesta de cambio que sugiere no es materia que se interprete entre líneas, sino la viva experiencia de todos los que apuestan al progreso.
Hasta diciembre de 2009, el programa Robinson I “Yo sí puedo” (alfabetización de todos los venezolanos y venezolanas que aún no sabían leer y escribir) contabilizó un millón 678 mil 671 alfabetizados y 25 mil 383 estudiantes en clases de alfabetización. Para la misma fecha la Misión Robinson II (batalla por el sexto grado), había graduado a 484 mil 12 personas.
Entonces, para darle continuidad a ambos programas, en el año 2006, fueron creados los Círculos de Lectura o Robinson III, con el objetivo de reforzar y actualizar los conocimientos adquiridos.
Luego, buscando avanzar hacia el cambio y el progreso, se creó la Misión Robinson Productivo, la cual ha incorporado estrategias de mejoramiento a través de la conformación de unidades productivas socialistas, para así garantizar el bienestar socio-económico de ese colectivo ya alfabetizado. (AVN, 28.09.10)