Alrededor de 31 obras educativas en el Táchira, 21 de las cuales fueron contratadas a través de la Fundación de edificaciones y dotaciones educativas (Fedes), en su mayoría se encuentran paralizadas tras haber invertido, en muchas de ellas, grandes cantidades de dinero del estado venezolano, que en total sobrepasa los 162 millones de Bsf (162 millardos de Bs).
Importantes estructuras requeridas por los niños, niñas y adolescentes para tener espacios idóneos para su formación y enseñanza, se han detenido cuando se encuentran en la mitad de su ejecución o en un mínimo avance de los trabajos, por diversas razones, especialmente el abandono y la falta de supervisión para que las empresas cumplan con los convenios establecidos ya que, generalmente, alegan que el dinero fue insuficiente para alcanzar los objetivos.
Las obras en referencia están dispersas en toda la geografía tachirense y pudieran servir para atender a miles de ciudadanos en edad escolar, en sus diversas etapas y modalidades, pero la realidad es que se hacen movimientos de terreno, se comienzan a levantar las bases, en algunos casos se edifican, y de pronto quedan paralizadas.
Es así como de las 31 obras, 21 son de Fedes, ocho son de la Unidad Coordinadora de Ejecución Regional (Ucer de la Gobernación del Táchira), una es del actual Ministerio de Transporte y Comunicaciones; y una está a cargo del Ministerio del Ambiente.
En el caso de las obras que corresponden a organismos nacionales, se pudo conocer que su dependencia centralizada ha dilatado la efectividad en las construcciones ya que los contratos se licitan y asignan directamente desde Caracas y por ende, en su mayoría, quedan en manos de contratistas nacionales que a su vez subcontratan empresas o personal en el Táchira, práctica poco favorable al momento de solicitar los resultados esperados.
Según un análisis detallado hecho de la situación de cada una de las escuelas, liceos o centros de educación inicial nuevos que el Gobierno Nacional aspiraba inaugurar hace ya un tiempo, se determina que incluso hay algunos donde las empresas han decidido rescindir los contratos, con lo cual la obra queda prácticamente en el aire.
A toda esta realidad se suman, en similares condiciones, un número significativo de escuelas especiales, cuyos recursos fueron asignados a los consejos comunales, de tal forma que otras ocho construcciones para beneficio público también podrían estar interrumpidas.
Fernández Feo, Córdoba, Torbes, Panamericano, San Cristóbal, Guásimos, García de Hevia, Uribante, Simón Rodríguez, Michelena, Junín, Ayacucho y Bolívar, son algunos de los municipios afectados por esta situación ya que los espacios donde se pudiera atender una buena cantidad de población estudiantil se encuentran inconclusos.
La Ciudad Escolar: ¿Un elefante blanco?
Posiblemente los tachirenses no recuerdan aquel ofrecimiento oneroso y prometedor del Gobierno Nacional a través de Fedes, de construir una Ciudad Escolar para San Cristóbal, un ambicioso proyecto que aspiraba reunir en un solo espacio la educación de los niños desde la edad maternal, preescolar, primaria, secundaria, técnica y muy cerca, además, levantar la sede de una universidad.
El 26 de agosto del año 2008, en un acto oficial, con la presencia de numerosos funcionarios, se hizo la colocación de la «primera piedra» de esta Ciudad, que al parecer se convirtió en la única piedra ya que dos años después y con más de 50% del dinero ejecutado, solo se aprecian movimientos de terreno y algunas bases colocadas desde hace varios días abandonadas en el sitio, que por las inclemencias del clima, seguramente se irán deteriorando.
Un vigilante es el único observador que queda en el terreno detrás del conocido sector La Castellana. Al inicio numerosos obreros trabajaban a diario en la obra; la cantidad fue disminuyendo hasta llegar a cero; en la actualidad, presuntamente el contrato con la constructora está en proceso de rescisión.
Para la construcción de la Ciudad Escolar se destinaron 129 millones 859 mil 432 bsf, (es decir 129 millardos de Bs), de los cuales ya se ejecutaron 68 millones de Bsf (68 millardos de Bs), y a simple vista no se aprecian mayores avances.
Cuando se puso la primera y única piedra, los funcionarios de Fedes, para aquel momento, declararon a la prensa regional que la construcción demoraría un aproximado de 2 años, tiempo ya expirado.
La Ciudad Escolar estaría constituida por unos 29 edificios en un total de 29 hectáreas, los cuales se ubicarían en un cañón que representa la unión entre los municipios Cárdenas y San Cristóbal, y se convertiría en la obra macro del estado, luego de la autopista San Cristóbal – La Fría.
Este tipo de construcción se aspiró en otros dos estados del país, uno de ellos es el Zulia. Un mal antecedente para la Ciudad Escolar de la capital tachirense es que la que se levanta en Maracaibo, por decisión del mismo Gobierno Nacional, fue pasada de manos de Fedes a Pdvsa, empresa que finalmente adelanta las labores.
Más casos conflictivos y emblemáticos
Otros casos de construcciones o ampliaciones de espacios escolares que han resultado conflictivos y emblemáticos en el Táchira son la Escuela Técnica Industrial Robinsoniana Eleazar López Contreras (ETI), el Liceo Bolivariano Ezequiel Zamora y la E. B. B. Libertadores de América.
En cuanto a la ETI de San Cristóbal, numerosas han sido las protestas protagonizadas por los estudiantes, quienes se quejan de la lenta ejecución de los trabajos para abrir nuevos talleres de materias como Electricidad y Electrónica, también contratados por medio de Fedes a una empresa que ha demorado un tiempo superior al estimado en la construcción.
Alteraciones del orden público, cierre de vías, agresión a personas y comercios y, por último, la quema de un autobús por parte de los estudiantes, han sido las expresiones de molestia ante los retrasos, en este caso, con una inversión de 5 millones 64 mil 666 Bsf, desde hace doce meses.
También ha dado muchas molestias a la comunidad el liceo bolivariano Ezequiel Zamora, en el municipio Torbes, para el cual fueron destinados 2 millones 584 mil 401 Bsf, y al momento se rumora que lo que se ha construido no puede ser usado, como el caso de las gradas de las escaleras principales, que fueron elaborados con un material muy débil incapaz de soportar el nivel de tráfico de una instalación educativa.
A pesar de que la construcción está bastante avanzada en el liceo Ezequiel Zamora, prácticamente concluida, faltan algunos detalles que implican dinero, para poder llegar a su final inauguración, sin contar las correcciones necesarias para su habitabilidad en condiciones seguras.
Grave también es la condición de la escuela Libertadores de América en el municipio Bolívar, la empresa que tuvo a su cargo la obra, solo adelantó un promedio de 12% de la construcción, pero además, no se tomó en cuenta un desnivel del terreno para el levantamiento de un primer edificio, lo cual trajo como consecuencia que el espacio para el segundo edificio se inunde constantemente.
Actualmente el contrato con la constructora está en proceso de rescisión y en nivel de consultoría jurídica de Fedes, además de un proceso frente a los Tribunales de justicia en el país.
(Laura Sobral, Diario La Nación, 06.12.2010, http://www.lanacion.com.ve/noticias.php?IdArticulo=162706&XR=1)