En la noche de ayer Nicolás Maduro ha designado a la Dra. Isabel Iturria Caamaño en el cargo de Ministra de Salud, siendo su antecesora la Coronela Dra. Eugenia Sader, quien deja una gestión triste, deplorable y considerada la gran responsable de la mayor crisis sanitaria que ha vivido Venezuela en toda su historia.
La Dra. Iturria nació en Caracas, de profesión “Médica egresada en la Universidad Central de Venezuela (con mención Magna Cum Laude) en 1991. Graduada de especialista en Medicina Interna en 1995 y en Cardiología en 1998. Entrenamiento en Cardiología Intervencionista en Caracas y en la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Profesora de Fisiopatología de la Universidad Central de Venezuela. Realizó Diplomado de Gestión en Salud Pública, curso de Administración de Hospitales y Manejo de Servicios de Salud (Tokio) y desde 2007 es estudiante del Doctorado en Ciencias Gerenciales de la UNEFA.
Fue Directora de la Gerencia de Hospitales del Ministerio de Salud entre 2004 y 2006 y es Presidenta de la Fundación Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa desde su creación en 2006 hasta la actualidad. Coordinadora del libro: “Cardiología y Radiología Intervencionista: Manual Práctico”, Julio 2001, tiene cinco trabajos publicados en revistas internacionales y nacionales indexadas y más de 60 trabajos de investigación y conferencias presentados en Congresos Nacionales e Internacionales de cardiología.” Fuente:http://200.214.130.44/mercosulsaude/seminariointegracao2008/isabeliturria.htm
A la nueva Ministra de Salud Dra. Isabel Iturria le auguramos muchos éxitos en sus nuevas funciones, ya que tiene como reto cumplir con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela para poder rescatar a la salud pública del país con una perspectiva de derechos humanos, establecer el diálogo y articulación con los distintos sectores involucrados en el campo de la salud, léase con los médicos y demás personal de salud, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, industria farmacéutica, entre otros.
En el campo del VIH/SIDA, usted deberá cumplir con el Mandato Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 15 de julio de 1999 quien la obliga a suministrar medicamentos antirretrovirales, fármacos para infecciones oportunistas, y la realización de los exámenes de laboratorio para el diagnóstico, control y seguimiento al VIH que requieran las más de 200.000 personas con VIH/SIDA en el país. Si usted desea que su gestión sea reconocida en la historia, le recomendamos que dirija sus energías en la prevención del VIH en las poblaciones más vulnerables como son los jóvenes, los hombres que tienen sexo con hombres, las personas Trans, y las y los trabajadores sexuales. Recuerde que usted heredará de la gestión anterior más de 5 mil muertes por SIDA y más de 33 mil nuevas infecciones por VIH producidas en los últimos 4 años, que se hubieran podido evitar. Le pedimos no incurra en los errores pasados.
Otras recomendaciones son fortalecer de forma urgente al Programa Nacional de SIDA/ITS, implementar el Plan Estratégico Nacional sobre VIH/SIDA 2012-2016, para ello requerirá elaborar un presupuesto detallado para cada una de las inversiones requeridas así como un plan de monitoreo y evaluación de la respuesta a la epidemia del VIH/SIDA.
También le recibirán redes comunitarias que son conformadas por personas con VIH, líderes y liderezas comunitarios y más de 100 Organizaciones de la Sociedad Civil con trabajo en VIH/SIDA distribuidas en todo el territorio venezolano, quienes cuentan con amplia experiencia en prevención, atención, tratamientos, derechos humanos, consejería, entre otros servicios y programas que ofrecen de forma gratuita a las personas con VIH/SIDA. Le recomendamos ampliamente que dialogue y articule con este importante sector comunitario, ya que gracias a sus acciones, experiencias y trayectoria, el tema del VIH/SIDA tiene un puesto prioritario en la respuesta sanitaria venezolana.
Dra. Isabel Iturria le damos la bienvenida y deseamos muchos éxitos, estamos a su disposición para dialogar y articular con su gestión, eso sí, siempre y cuando la respuesta de su gestión se enmarque en los principios de los derechos humanos. (ACCSI, 22.04.13)
