“Busca cómo trasladarlo porque aquí se te va a morir”, le dijeron enfermeros del hospital Dr. José Gregorio Hernández, en Los Magallanes de Catia, a los amigos de Jimmy Daniel Chacoa. Y así fue. Murió desangrado en la emergencia por falta de insumos, personal y una ambulancia que lo llevara a otro centros asistencial.
El joven de 30 años ingresó con un tiro en el costado, que recibió cuando le robaron la moto que conducía con un amigo, a la altura del Centro Comercial El Lago de Propatria, el jueves a las 6:30 pm. Ambos fueron abaleados.
Sus vecinos, quienes se enteraron porque uno de ellos lo llamó casualmente y él avisó que estaba herido, buscaron una ambulancia privada para sacarlo de ese hospital, pero cuando la consiguieron no había nada que hacer.
“Cuando iba en camino la ambulancia me llamaron para decirme que ya estaba muriendo. Lo dejaron desangrarse porque no lo atendieron. Los pocos enfermeros que había no le hicieron nada, lo dejaron ahí tirado”, contó su amigo y vecino José Marín.
A Jimmy no podían entrar a verlo sus vecinos, quienes al enterarse se fueron hasta el hospital, pues como no eran familiares directos no los dejaban pasar.
Marín sostuvo que el muchacho trabajaba como mensajero interno del Banco Caroní. Vivía con sus papás en el bloque II de Casalta, sector Pedro Elías Gutiérrez.
El acompañante de Jimmy recibió dos tiros, en la pierna y en el estómago. Fue traslado al Pérez Carreño, donde lo operaron tras varias horas de espera. (Yohanna Marra, Crónica Uno)