Picar pastillas por la mitad o convertir un tratamiento diario en uno interdiario o de cada dos días, se ha convertido en algo común para los venezolanos que buscan “rendir” las pocas medicinas que consiguen. Este es el caso de la hija de 13 años de Darwin Rodríguez, quien fue operada en 2013 de un angioma cavernoso, es decir, una malformación vascular. La medida, recetada por su doctor, es Trileptal 6% de 3.5 cc mañana y tarde, pero tuvo que reducir la dosis a 1.5 cc en cada toma para rendirla.
El año pasado tuvo que tomar Oxicodal, antiepiléptico indicado para adultos, por no conseguir Trileptal. “Tuve que traerlo de Colombia”.
Tania Velásquez es hipertensa y cuenta, con un dejo de tristeza en su voz, que ha tenido que partir las pastillas “hasta en cuatro pedazos”, para no quedarse sin nada. Debe tomar Atacand Plus de 8mg, su antihipertensivo prescrito, diariamente de por vida. Tiene una caja de 16mg que pica para obtener la dosis, pero entre lo que tiene guardado solo le alcanza para cubrirse unos dos meses. Luego volverá a la situación del año pasado: cuando pasó un par de meses sin consumir su medicamento.
No son casos aislados. Una encuesta realizada a través de Cocuyo Whatsapp a 90 personas reveló que casi el casi 80% (63 personas) “estiraban” su tratamiento o conocían a alguien que lo hiciera. De esas 63, tres admitieron estar tomando medicamentos vencidos por no haber conseguido su tratamiento más.
“Soy hipertensa. Mi medicación consiste en Carvedilol 25mg, Dioban 160mg (con diurético), y Tensomax LP 30mg (nifedipina). Tomar 1 diaria de cada una. De las dos primeras tomo media dosis. De la última, 1 interdiaria, al igual con el glucofage y hyflon (cuando los consigo)”, dice Liris Beatriz, mientras que otro usuario cuenta que su esposa tiene prescrito Euthyrox de 100mg para un problema de tiroides. “Empeoró, y ahora toma la dosis completa aunque tengamos que comprar su medicamento a los revendedores hasta por 150 veces el valor de la cajita cuando no conseguimos en farmacias”.
La doctora Maritza Durán, presidenta de la Sociedad Venezolana de Medicina Interna, señala que hacer esto te da una sensación de seguridad falsa. “Eso es un invento. Cualquier cosa que no sea lo que el médico le prescribió al paciente, no está bien”.
Durán comenta que la solución más viable en estos casos es llegar a un consenso con el médico tratante para cambiar el tratamiento por otro que permita que el paciente se trate de manera cabal. “El no tratarse correctamente, podría generar complicaciones o en casos más graves llevar a la muerte”.
Puntualiza que los más afectados son los pacientes hipertensos y diabéticos, puesto que necesitan un beneficio permanente de sus medicamentos. “Si le prescriben 20 mg, necesitan 20 mg, no 10 mg”, explica.
Respecto a los medicamentos vencidos, Durán asegura que depende de qué medicamento sea. “Los medicamentos de tratamientos crónicos pueden tener un cordón de 2 o 3 meses, pero hay gente que está tomando medicamentos que tienen hasta un año de vencidos. Esos pacientes no van a estar protegidos”.
Efecto Cocuyo