kreyvan-paciente-con-leucemia-hcu-800x600

“A mí me gusta el beisbol. Cuando sea grande, quiero ser pelotero”, dice Kreyvan Padilla, de 10 años, desde una cama del servicio de hematología del Hospital Clínico Universitario. Hace un año le diagnosticaron leucemia y sus padres, que lo acompañaban mientras le hacían un frotis de sangre periférica, un examen que mide el número y forma de las células sanguíneas, sufren, además por la enfermedad del niño por la falta de medicamentos y de insumos médicos quirúrgicos.  La mañana de este miércoles, 1 de junio, estaban juntos en una habitación que no tenía ni aire acondicionado. 

Cansada de peregrinar por Caracas,  Lilibeth Ramírez, madre de Kreyvan, tuvo que ir hasta Cúcuta, Colombia, para comprar 20 ampollas de azacitidina, un fármaco de quimioterapia. Pidió dinero a sus conocidos hasta reunir lo suficiente y lograr viajar para traer el tratamiento de su hijo.

Desde agosto el menor de sus cuatro hijos permanece hospitalizado en el Universitario, y desde entonces han tenido que batallar con la enfermedad, la escasez y los altos precios. Kreyvan necesita, entre otras cosas, tres frascos de solución fisiológica por cada día de tratamiento. “Hace como tres meses los compraba en Bs. 200, y la última vez pagué Bs. 1.500 por cada uno”.

Contó que hace ya un mes a las madres de los niños hospitalizados no les dan desayuno, y que la calidad de los alimentos ha decaído.  “Pero al menos hay. De no ser así yo no puedo comprarle comida, un almuerzo cuesta unos Bs. 1.800. Y cuando está en la casa hay que darle lo que se consiga y se pueda pagar. Yo quisiera hablar con la directora, pero no he podido. Lo he intentado dos veces y nada”, dijo Ramírez.

Este es uno de los tantos casos que llevó al personal del Clínico a denunciar la crisis de este hospital que fue referencia nacional. “Es una crisis humanitaria, genocidio, holocausto, como se llame lo que signifique. Es la muerte de nuestros pacientes. El estado crítico en el que se encuentra el hospital más importante del país es lamentable”, dijo Gherzon Casanova, representante de los médicos residentes.

“Los médicos estamos aquí, pero no nos pueden pedir magia. Lo que nos falta es prenderle una vela al paciente para que no se muera”.

El Clínico no cuenta con banco de sangre porque no hay serología, estudio que permite comprobar la presencia de anticuerpos en la sangre, por lo que no se puede transfundir a los pacientes. “Antes hacíamos de 18 a 20 transfusiones por día, ahora cinco o seis como mucho”, acusó la licenciada Carmen Hernández.

En el área de hematología hay una lista de, al menos, 13 personas a la espera de transfusión, solo de ayer. De los días anteriores hay más. En la lista de aspirado y biopsia de médula ósea de este martes había 15 pacientes: solo atendieron a cinco, y porque consiguieron los insumos por fuera.

Aviso de Banco de Sangre: No tenemos sangre con serología
Aviso de Banco de Sangre: No tenemos sangre con serología

“Esto ha derivado en que familiares de los pacientes tengan que recorrer media Caracas en busca de sangre. Lamentablemente, a las puertas del siglo XXI podemos decir que se nos mueren o se nos complican pacientes por no tener algo tan vital como una transfusión de sangre”, agregó Casanova.

La asamblea convocada por el personal del hospital, que tenía lugar en el piso tres, fue desalojada por el personal de seguridad sin más argumentos que el de “prensa no puede estar aquí”.

Los médicos decidieron continuar la rueda de prensa en las afueras del hospital, donde denunciaron el estado de la institución. Además esperaban poder conversar con la dirección de la institución y entregar un comunicado para exigir mejoras y dotación de insumos, pero representantes del gremio médico confirmaron a Efecto Cocuyo que la directora no los recibió, a pesar de lo que habían acordado previamente.

Según indicó Casanova, desde hace 15 días no pueden hacer rayos x y el tomógrafo tiene dos años dañado. Tampoco tienen ambulancias y cerca del 90% de los pacientes oncológicos están recibiendo un esquema distinto al indicado por la escasez.

Efecto Cocuyo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *