En los últimos días las emergencias de las clínicas han estado copadas por la gran cantidad de pacientes que acuden a diario. Pero esta situación se repite en los ambulatorios y Centros de Diagnóstico Integral de la Gran Valencia. Para ser atendido por una emergencia menor hay que hacer colas de hasta 10 personas a cualquier hora del día.
A las 12m. del miércoles, con el calor propio de la ciudad, a las afueras de la emergencia del ambulatorio de La Isabelica había alrededor de 12 personas sentadas o de pie. Esperaban por ser atendidos por el médico de guardia. Los niños tampoco son excluidos de esta situación. Cinco madres esperaban con algunos infantes llorando.
Una de las pacientes que prefirió no ser identificada comentó que tenía rato esperando para ser atendida. Tenía fiebre y necesitaba que le administraran tratamiento.
“Al parecer es solo una virosis y no la chikungunya”. Todos los que estaban esperando a esa hora eran por distintas dolencias, aunque la fiebre parecía ser la afección predominante. En una de las paredes se visualiza un pendón realizado por estudiantes de medicina sobre qué es el virus chikungunya y cuáles son sus efectos.
El presidente de la Cámara de Clínicas del Centro, José Luis Maldonado, aseguró el pasado martes que las emergencias están colapsadas en el sector público y privado por la aparición en gran escala de síndromes febriles por la presencia en el país de dengue, chikungunya y otras enfermedades.
Para ser revisado en el CDI La Begoña también había que hacer cola. Más de seis adultos esperaban para ser atendidos por consultas de emergencia. Al ingresar a las distintas áreas de observación, se podía constatar que no había lugar disponible para recibir más pacientes que necesitaran ser internados por uno o varios días. (El Carabobeño, 02.10.2014)
