En los hospitales públicos, el único anestésico inhalado que se consigue es el sevofluorane, utilizado para las intervenciones que ameritan el adormecimiento del paciente de forma general y por un período mayor a las 2 horas de intervención.
La disponibilidad es limitada, debido a la escasez de insumos que padece el sector salud que ha llegado hasta los anestésicos vitales para la realización de cualquier procedimiento quirúrgico de menor o mayor grado.
El Dr. Ruy Medina, director del Hospital Central Antonio María Pineda, indicó que para la colocación de estos anestésicos inhalados, es necesario además contar con los tubos endotraquiales para la ventilación del paciente y las máquinas vaporizadoras de anestesia, ambos igualmente desaparecidos del mercado nacional.
«En Venezuela contábamos con dos anestésicos, el sevofluorane y el isofluorane, con vaporizadores diferentes. Este último desapareció del mercado y los que llegan son pocos para cubrir la demanda hospitalaria”.
También, indicó que para el mes de marzo, una máquina de anestesia tenía un costo de 108 mil bolívares, en la actualidad llegan a un precio de 1 millón 200 mil bolívares.
«Los equipos que tenemos en funcionamiento nunca reciben el mantenimiento preventivo, debido a que son pocos y siempre necesarios. Cuando se dañan los repuestos no están disponibles y al ser equipos tan costosos lamentablemente se deben desincorporar”.
De la misma manera, para la colocación de anestesias intravenosas peridurales y subdurales, así como las administradas de forma local, no cuentan con mucha variedad.
Además, las diferentes presentaciones de los opiáceos y barbitúricos no llegan con regularidad y los especialistas deben trabajar con lo que tengan a disposición, más no con lo más ideal.
«Son drogas derivadas de la morfina, complementos de la anestesia general que deben ser administrados regularmente al paciente para relajarlo y hacer más fácil la intervención. También estos están escasos y los que llegan dan una relajación de sólo 30 minutos, haciendo que se gaste mayor cantidad de anestésico por intervención”.
El desabastecimiento en equipos y materiales médicos responde a la imposibilidad de realizar importaciones debido a la cuantiosa deuda que mantienen los importadores con las empresas internacionales y a las trabas en el otorgamiento de divisas por parte del Cencoex. (Marianli Suárez, El Impulso, 22.08.2014)