Los corazones de 10 personas que trataban sus dolencias en el Hospital Universitario de Caracas se detuvieron antes de lograr una cura. Sus decesos ocurrieron entre noviembre de 2014 y enero de 2015 por la falta de materiales médicos esenciales para ser operados.
El grupo ameritaba atención de emergencia en el Servicio de Cirugía Cardiovascular de ese centro. Sin embargo, los médicos no contaban con insumos ni medicamentos. Esa falla obligó a los especialistas a enviar a sus casas al resto de los pacientes, 14 en total, que aún permanecían hospitalizados para el 8 de diciembre. El lapso entre el 8 de diciembre de 2014 y el 23 de enero de 2015 se tradujo en agonía y muerte para algunos de esos pacientes.
Marcos Durán, médico residente de la unidad, señaló que la semana pasada el servicio recibió una dotación parcial que permitiría practicarle cirugías a 10 de las casi 800 personas que están en la lista de espera. La solución llega tarde para muchos, por lo que la lista de 10 muertes se incrementó.
“He llamado a 10 pacientes y 4 de ellos ya murieron. La semana que viene nos volvemos a quedar sin nada. Las prótesis vasculares no llegan al hospital desde hace 8 meses. Antes las compraban los pacientes, pero ya ni en la calle se consiguen”, dijo el viernes.
Gastón Silva, jefe del Servicio, responsabilizó a la administración del HUC por una crisis que cobra vidas. Destacó que es la primera vez que esa unidad manda a todos sus pacientes a sus casas por no tener siquiera compresas o suturas para atenderlos. “Los insumos no han aparecido. Las autoridades del hospital no tuvieron respuestas, solo que no había dinero”, dijo.
El Nacional obtuvo la lista de los decesos ocurridos hasta el 1 de enero de 2015 a través de una fuente del HUC. Solo se pudo contactar a los familiares de Liz Giraldo, que sufrió una endocarditis infecciosa, de Carmen Quiñonez, que murió de dos aneurismas, y de Pedro González, que tuvo una disección aórtica. También se contactó a la madre de los hermanos Peter y Eunice Arocha Rodríguez, fallecidos luego de una endocarditis infecciosa, que confirmó los decesos pero se negó a hablar sobre los casos.
El resto de los fallecidos que aparecen en la lista son Carmen Morgado y José Caldera, quienes padecieron una disección de aorta abdominal, para lo que hacía faltan válvulas vasculares. Orlando Barreto, Néstor Delgado y María Pimentel murieron por insuficiencia aórtica, que al igual que en los casos de endocarditis infecciosa y de aneurismas requerían válvulas mitrales, anillos tricúspides y bombas de circulación extracorpórea. Para realizar cualquier cirugía también faltaban compresas, suturas, tubos endotraqueales, anestesia, catéteres de vías centrales y cánulas.
La última vez que la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos importó insumos quirúrgicos fue a mediados de 2013. Desde esa fecha los servicios de Cirugía Cardiovascular operan con lo que tienen en existencia. Las válvulas para el corazón, por ejemplo, se agotaron en todo el país en diciembre pasado. El año pasado, en dos ocasiones Avedem advirtió sobre el déficit a la Asamblea Nacional y al Ejecutivo. El último informe lo presentaron el 14 de mayo de 2014. (Dalila Itriago / Lissette Cardona, El Nacional, 26.01.2014)