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Grandes perjuicios sufren las clínicas y consultorios privados, debido a los cortes diarios de electricidad y a la falta de información sobre el horario y duración del racionamiento.

A pesar de que todas las clínicas grandes de la zona metropolitana del estado Anzoátegui y algunas de las más pequeñas cuentan con plantas de emergencia, no se libran de padecer las consecuencias estructurales y económicas de las medidas energéticas que se están implementando.

El representante de una clínica pequeña que prefirió resguardar su identidad y la del centro de salud, explicó que al irse la luz, sus servicios quedan funcionando con una planta de emergencia, la cual no ha sido diseñada para trabajar a diario y por largos períodos, por lo que está propensa a sufrir fallas y en ese caso no tienen otra de respaldo.

Aunado a esto, los equipos de energía generan mayores gastos en combustible y mantenimiento, además de requerir más personal en caso de necesitar reparaciones.

El vocero del centro de salud indicó que de fallar la única planta durante alguno de los cortes diarios podría, por ejemplo, no “terminar algún acto quirúrgico que esté teniendo lugar en ese momento y así se pone en riesgo la vida del paciente”.

“Las plantas eléctricas están concebidas sólo para atender los servicios críticos asociados a la vida”, expresó el directivo de una importante clínica en la zona norte de la entidad.

Añadió que los cortes frecuentes y su larga duración afectan la vida útil de las plantas e incrementan los gastos de mantenimiento. Adicionalmente la paralización de algunos servicios genera otros costos.

Sin cronograma
Médicos del Centro Diagnóstico Integral de Lechería, ubicado en la avenida Principal del municipio Urbaneja, informaron que pierden días enteros de consulta debido a los cortes no programados.

El ginecólogo Alberto Muratti indicó que no tienen claro cuándo, ni cuánto tiempo se va la luz, y que eso interrumpe todas sus actividades y les impide pasar sus consultas.

El profesional agregó que la situación ha afectado sus ingresos económicos y por consiguiente su calidad de vida. Especificó que sus ingresos han mermado cerca de 80%, cifra con la que coincidieron otros de sus colegas que lo acompañaban.

Los estudios y procedimientos médicos también se han visto afectados por las fallas eléctricas.

El gastroenterólogo Eduardo Bizarro comentó que al hacer algún estudio como una endoscopia, corre el riesgo de que haya un apagón y tenga que suspender el procedimiento.
Agregó que sus equipos eléctricos y los de sus colegas han sufrido averías, a causa de los cortes intempestivos.

En cuanto a una hora específica de la suspensión del servicio, resaltó que no “sabemos ni a qué hora, ni por cuánto tiempo se va la luz”.

Añadió que incluso la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) les ha dicho que desconoce en qué horario se harán los cortes.

Estudios retrasados
Mercedes Ruiz, quien llevó a su hija a realizarse una tomografía en la clínica Santa Ana este lunes, narró que debido a que no había luz, tuvo que esperar a que se reactivara el servicio cerca de las 6:00 de la tarde.

Durante ese tiempo su hija estuvo en una ambulancia fuera del centro de salud.

El Tiempo

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