Pacientes y personal del nosocomio Rafael Rangel del municipio aragüeño se quejaron porque desde hace más de un mes no ven sueros ni inyectadoras en este recinto.

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“Aquí en el hospital del municipio Aragua no hay ni siquiera solución fisiológica 0.9%. Estamos en crisis y los pacientes lo que corren son riesgos, pasan mucho trabajo”.

Así lo expresó con preocupación la enfermera Marisol Salazar, quien tiene más de 25 años laborando en el nosocomio aragüeño Rafael Rangel.

Indicó que desde hace más de un mes no cuentan con soluciones de hidratación de ningún tipo. Tampoco hay inyectadoras y esta situación de escasez se observa en los servicios de emergencia, hospitalización y otros.

Señaló que da “tristeza ver cómo pacientes, en su mayoría de escasos recursos, tienen que sacar de sus bolsillos el dinero para comprar los insumos, además, deben recorrer todas las farmacias porque ahí también están escasos”. Dijo que no hay medicamentos porque llegan pocos y se acaban muy rápido.

Citó como ejemplo los antibióticos y protectores gástricos (como omeprazol). “A cada paciente le cubrimos el tratamiento sólo dos días para aliviarles la carga y para que no queden algunos por fuera. Los días restantes ellos tienen que comprar sus medicinas”.

Indicó que en la emergencia se atienden más de 50 pacientes por día, al igual que en hospitalización.
María Suárez, ama de casa, se quejó porque tuvo que salir a comprar solución en las farmacias de Aragua, “y no conseguí. Mi niña llegó prendida en fiebre y no había suero para hidratarla. Logré conseguir una bolsita con mi cuñada que me la trajo de Anaco”.

Silvia Pérez, ama de casa, estuvo hospitalizada. Indicó que está enferma de los riñones. “Tengo una infección en la orina, me colocaron seis inyecciones de Meropenem pero se agotaron. Ahora yo las tengo que comprar”.

Más fallas
Salazar señaló que el hospital no tiene ambulancia desde hace más de tres años.

Recordó que durante la última protesta que hicieron el año pasado, el alcalde Oswaldo García ofreció reparar la vieja unidad, pero no cumplió.

El exgobernador Aristóbulo Istúriz y el presidente de Saludanz, Eduardo Martínez, también se comprometieron a comprar una nueva y todavía las están esperando.

“Se pide apoyo a centros de Anaco, pero aquí son más las veces que se trasladan a los pacientes en carros particulares que en ambulancia. Los familiares se los llevan en sus vehículos hasta el hospital Luis Razetti de Barcelona o el Luis Alberto Rojas de Cantaura”.

Explicó que los quirófanos siguen sin funcionar, al igual que el servicio de Rayos X. Indicó que la gobernación inició una obra de remodelación hace más de dos años y está paralizada. “En el área de depósito, las paredes están agrietadas y con la lluvia, amaneció ayer inundada”.

Las cesáreas las están haciendo en un área habilitada.
La diputada ante la Asamblea Nacional, Oneida Guaipe, indicó que la situación de este hospital es crítica, al igual que todos los del estado. No hay insumos, medicamentos ni equipos, hay déficit de médicos y enfermeras y esto pone en riesgo la vida de los pacientes. “El gobierno es sordo, ciego y mudo ante esta crisis que está acabando con la vida de las personas a las cuales sólo les queda sacar un rosario para rezarle a Dios y pedirle que salve sus vidas”.

El Tiempo

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