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Fármacos para enfermos de diabetes e hipertensión arterial presentan fallas de distribución en las principales farmacias ubicadas en los Altos Mirandinos, por lo que los pacientes deben equiparse en ciudades aledañas como Caracas y Maracay.

«Desde noviembre, cada vez que me toca comprar mis medicamentos debo recorrer no menos de seis locales, y aunque estoy residenciada en San Antonio de los Altos, termino adquiriéndolos en la capital, donde al menos se encuentran sustitutos», refirió Pamela González, quien vive una odisea para comprar Coversyl, Natrilyx y Coraspirina por la hipertensión que padece.

Por la escasez de medicamentos ha incrementado el número de consultas médicas. «Con mi delicada condición no puedo automedicarme y al no hallar lo recetado, debo volver a citarme con mi médico de cabecera para que me indique otros productos de similar composición. Los farmaceutas muchas veces no se atreven a hacerlo, pues una cosa es ofrecer la versión de los laboratorios y sustituirla por la genérica que cambiar de medicamentos por otros similares, pues no se saben los efectos secundarios que pueden generar, de acuerdo a las particularidades de quien lo requiere», explica González.

Farmaceutas consultados indicaron que, desde hace dos años, medicamentos como insulina y sulfonilúreas, destinadas a pacientes diabéticos, llegan de manera intermitente. Esto obedece al control ejercido por el Ministerio de Comercio, la falta de divisas y de materia prima, lo que afecta a los proveedores, según indican.

«Es una situación delicada porque una cosa es que la gente no encuentre la marca del dentrífico que le gusta usar y otra muy distinta es que se juegue con los tratamientos de las personas; estamos hablando de su salud y en casos extremos de la vida», refirió Martha Pérez, quien atiende una farmacia ubicada en el casco central de Los Teques.

«Tal y como ocurre con los alimentos, los medicamentos regulados son los que más escasean. Estos pueden ser sustituidos por aquellos de marcas que sí se consiguen, aunque en su mayoría son más costosos y este es un factor que incide significativamente entre quienes viven de un sueldo mínimo y están enfermos, pues siempre están buscando la economía sin que esto implique desmejorar su calidad de vida».

Pérez agregó que de los encargos semanales «siempre llega un tercio de la mercancía y eso se vuela en pocas horas, como es el caso de los antigripales, cuya venta repunta en estas fechas debido a las bajas temperaturas y las precipitaciones». (Johana Rodríguez, El Nacional, 16.01.13)

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