Existe la posibilidad de que cualquier gripe sea AH1N1. Pero el hecho que lo sea no quiere decir que la persona corre el riesgo de morir.
El AH1N1 es el virus dominante de influenza en este momento.
Según el último boletín epidemiológico publicado por el ministerio de Salud, más de 80% de las muestras de influenza analizadas eran causadas por ese virus que la mayoría de las veces se manifiesta en forma leve o moderada.
Napoleón Guevara, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, explicó que aunque la capacidad de contagio de la influenza es muy alta, su tasa de letalidad es muy baja.
Cita como ejemplo que, durante la epidemia de AH1N1 de 2009 (cuando se conoció el virus) la mortalidad no llegó a 1%, lo que se corresponde con la letalidad promedio de la influenza común.
Pero ahora en 2013, y aunque el ministerio de salud no ha ofrecido cifras oficiales, la tasa de letalidad parece mayor.
Se habla de 40 fallecidos sobre un total de cerca de 1138 casos, aproximadamente. Guevara no lo ve así. Advierte que se desconoce el número total de pacientes afectados con AH1N1. No a todas las personas con gripe se le hace una prueba de diagnóstico.
Lo más recomendable, a su decir, es cumplir con las medidas de prevención difundidas tanto por las autoridades de salud como por médicos privados: principalmente mantenerse en casa si se está con gripe y lavarse las manos con frecuencia.
En cambio, se muestra en desacuerdo con el actual afán colectivo de vacunarse.
«Con respecto a la vacuna se deben señalar algunas cosas: es una forma de control pero no es la única y tampoco ofrece 100% de protección. Además, por razones logísticas, los 29 millones de venezolanos no se pueden inmunizar. Las vacunas disponibles deben destinarse a los pacientes con alto riesgo de complicación», dice.
Después del pinchazo, la vacuna demora cerca de dos semanas en desarrollar su poder protector y, en ese lapso, la persona puede contagiarse. Además, no todos los organismos desarrollan los anticuerpos: entre 20 y 30 % de quienes se vacunan no llegan a quedar completamente inmunizados.
Los que sí deben inmunizarse son quienes, por alguna condición, son más vulnerables al virus y pudieran llegar a complicarse: menores de dos años, adultos mayores, obesos y pacientes con hemoglobinopatía o con cualquier enfermedad debilitante. También los trabajadores del sector salud porque están más expuestos al contagio y pueden, a su vez, transmitirlo a enfermos de otras patologías.
El repunte de casos de influenza AH1N1, y el consecuente temor al contagio, ha provocado una alta demanda de vacunas.
Sin embargo, Guevara advierte que las personas deben acostumbrarse a cumplir con el esquema rutinario de inmunización recomendado para niños, adolescentes, adultos y personas mayores. La vacuna de la influenza, por ejemplo, debería colocarse en octubre o noviembre de cada año.
El síntoma de alarma
La gripe puede darle a cualquiera pero las personas de alto riesgo -inmunosuprimidos, pacientes con enfermedades de base, ancianos, bebés u obesos- deberían acudir al médico en las primeras 48 a 72 horas de enfermedad.
«Estos pacientes deben ser monitoreados constantemente para darles el tratamiento a tiempo y evitar complicaciones. En patologías virales hay que empezar temprano porque los medicamentos actúan reduciendo la replicación del virus, pero no lo matan. Si el virus se expande, ya no se puede hacer nada», explica.
Las personas sanas a las que les da gripe deben acudir al médico al sentir una mínima dificultad para respirar. Ese es el síntoma al que deben prestar atención para evitar complicaciones que pueden llegar a ser letales.
Guevara no se atreve a hablar de epidemia de AH1N1. «Evidentemente existe un incremento de casos, pero la declaración de epidemia sólo puede hacerla el Estado. También corresponde al Estado activar mecanismos y liberar recursos destinados a solucionar el problema», expresó.
Reiteró, además, a las autoridades de salud, que la Sociedad de Infectología (www.sviinfectologia.org) está dispuesta a colaborar con las políticas de combate a la influenza. (Giuliana Chiappe, El Universal, 13.06.13)