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Feliciano Reyna, director ejecutivo de la organización Acción Solidaria y miembro de Civilis Derechos Humanos, conversó con Provea sobre la crisis de la salud en Venezuela y la necesidad que el Ejecutivo venezolano acepte la ayuda humanitaria, a través de los mecanismos de cooperación internacional, para superar la compleja situación que afecta a millones de venezolanos. A continuación reproducimos la entrevista.

– ¿Qué significa la Emergencia Humanitaria?

– La Emergencia Humanitaria se enmarca dentro de los principios de la cooperación internacional que forman parte de la Carta de las Naciones Unidas, y se pone en marcha cuando en algún país hay una situación que se pudiera caracterizar de tipo económico, social, político o cultural que amerite el apoyo de la comunidad internacional. Esto sucede en momentos de crisis que son impredecibles. Es así en el caso de los desastres naturales, o en el caso de una debilidad estructural del estado que lo impide temporalmente en sus capacidades financieras, institucionales, o está en situaciones de conflicto político que impiden a las instituciones nacionales responder necesidades esenciales de las gentes, referidas exclusivamente a la dignidad y el bien de las personas, no a ninguna otra cosa. Es entonces cuando puede activarse la Emergencia Humanitaria para solicitar y recibir ayuda de la comunidad internacional.

Si el Estado no tiene en un momento dado, la capacidad de responder oportunamente a una situación humanitaria apremiante, puede solicitar ayuda. Esto no lo compromete, ni política, ni financieramente. En el caso de la salud en Venezuela, las ONG que trabajamos por la defensa de este derecho humano, hemos comprobado debilidades estructurales y problemas financieros; problemas de infraestructura y en general, que no hay capacidades inmediatas y oportunas para responder a problemas urgentes de salud, dignidad y bienestar de las personas usuarias del sistema de salud o sometidas a tratamientos médicos.

El gobierno puede decretar formalmente la necesidad de la ayuda humanitaria mediante un Decreto de Emergencia en salud o en alimentación. Y, la otra opción es que el estado no decrete la emergencia ni solicite la ayuda, sino que previo un análisis de los organismos internacionales de cooperación donde efectivamente determinen que hay una situación problemática, pueden ofrecer esa ayuda al estado, mostrando a este sus capacidades para acompañar al mismo en dar respuesta a las necesidades inmediatas. El Estado aún así no tiene porque reconocer la crisis de tipo humanitario si este no es su criterio, puede aceptar la ayuda en base a su propia interpretación y análisis. Los organismos internacionales, entonces pueden venir hacer un análisis de situación, compartirlo prioritariamente con el estado, proponer un plan y es el Estado el que puede aceptar toda o parte de la ayuda. Ese es un camino posible.

– ¿Por qué es necesaria la ayuda humanitaria?

– La data de personas afectadas por distintas condiciones de salud, desde complejas y crónicas hasta afecciones cotidianas no complejas; los informes levantados por médicos residentes en hospitales públicos dan cuenta de problemas graves de infraestructura y servicios como agua y electricidad, de equipos que no funcionan o funcionan a baja capacidad; falta de insumos de trabajo, entre ellos reactivos y otros insumos de análisis y diagnóstico; todo eso sumando además la incapacidad actual de producir parte de los medicamentos e insumos ausentes y de importar de inmediato los faltantes que no se producen en el país, configuran un cuadro definitivo de crisis, que aunque el gobierno ponga hoy en marcha los mecanismos nacionales y movilice recursos inmediatos para pagar parte de las deudas que tiene, por ejemplo, los 6 mil millones de deuda con el sector farmacéutico sólo en medicinas, no hay manera de que pueda garantizar la cobertura de necesidades antes de los seis meses, sin tomar en cuenta, insumos, infraestructura, personal. No hay manera de que las personas puedan encontrar respuesta a sus necesidades y emergencias de salud. Por ello planteamos que el estado defina el camino para aceptar cooperación internacional que puede llegar en muy corto plazo tomada la decisión.

– ¿Cuál es el papel de las ONG en esta crisis?

– Nuestra responsabilidad es poner en evidencia las dimensiones de la crisis de salud en favor de las víctimas, solo en medio de una cultura política con base en la debilidad de las instituciones democráticas eso no es comprendido desde las mismas, y se nos tilda de enemigos, de contrarios. Esto es así aquí y en otros países donde colegas viven y han vivido situaciones similares. Sin embargo nuestro deber es poner de relieve lo que afecta la vida y la dignidad de las personas donde sea necesario, dentro y fuera del país.


Esta entrevista fue publicada en la edición N° 24 del Boletín Internacional de Derechos Humanos de Provea.

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