Obstetricia es el servicio con mayor movimiento quirúrgico en las estadísticas del Hospital Universitario Angel Larralde. Largas filas de mujeres embarazadas a la espera de la consulta, la sala de admisión llena y todas las camas de hospitalización siempre ocupadas, dibujan el colapso.
La futura madre Milagros Rivero cuenta su travesía: «En la Maternidad del Sur me dijeron que estaba colapsada y directamente el médico me dio la orden para que viniera al Hospital Carabobo». Dairys Barreto, de nueve meses de gestación, también llegó referida desde la Maternidad del Sur.
Todas quieren entrar a la admisión de gineco-obstetricia, donde los especialistas deciden el ingreso o tratamiento ambulatorio de la paciente. Los casos anteriores no son casuales. Entre 70 y 80 por ciento de quienes llegan, han sido referidas de otros centros asistenciales, estima el jefe del departamento de Obstetricia y Ginecología, Plenzik Giovanni.
La directora, Rosa Pérez, refiere que muchas pacientes acuden a Bárbula por las dificultades de atención que exhibirían, fundamentalmente, la Maternidad del Sur y la CHET.
La médica insiste también que siguen llegando al HUAL casos que perfectamente pudieran ser tratados en otros centros cercanos a la residencia de la paciente o bien, en la red primaria de salud. Reitera el llamado a las autoridades de Insalud y de los ambulatorios a hacer una evaluación y determinar de qué manera pueden «reactivar» la atención al paciente para que no colapsen los grandes centros asistenciales.

Capacidad desbordada
Lo normal sería hospitalizar entre 15 y 20 personas diarias, en promedio, pero a la fecha fácilmente necesitan quedarse unas 40, para aspirar a un cupo en las seis camas de pre parto y dos en sala de parto.

«A veces, por la falta de camas, a una paciente que necesita quedarse 72 horas por una cesárea, la estamos dando de alta a los dos días. Un parto normal de una primeriza, que debería tener observación de 48 horas, la tenemos que egresar al día siguiente», relata Giovanni. «Incluso hemos tenido que mantener pacientes con preeclampsia (subida de tensión en embarazadas) en sillas», añade Pérez a la coyuntura. (EC; 31.0.2010)

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