Adquirir medicamentos que permitan tratar ciertas patologías sigue siendo una tarea dificultosa para numerosos residentes de los municipios Anaco y Freites, quienes suelen anotarse en listas de espera establecidas en farmacias y boticas como forma de paliar la creciente escasez que se registra en el sector farmacéutico desde hace ya varios meses.
Sin embargo, tal medida no es del todo efectiva.
Cientos de afectados reportan la venta condicionada de productos como anticonvulsivos, protectores cardíacos, antihipertensivos, hipoglucemiantes o coadyuvantes en trastornos de las glándulas tiroides, los cuales son ofertados en cantidades limitadas o con sobreprecio, mientras que en algunos casos son apartados de los anaqueles para su comercialización a clientes exclusivos de esos locales.
Tal situación ha generado molestias entre pacientes y familiares, muchos de los cuales deben recorrer hasta cinco o más establecimientos en busca de los fármacos recetados, según comentó Jacinto Bracho, un obrero jubilado que no ha podido encontrar glucofage, un controlador de la diabetes, así como, insulina, broncodilatadores pediátricos o varios tipos de analgésicos.
«En algunas droguerías locales, los empleados han establecido un registro de compradores fijos, quienes son atendidos en primer lugar una vez llega el suministro de medicinas escasas, acaparadas en los depósitos hasta que estas personas las retiran de forma discreta, tal como sucedió el pasado sábado en un expendio ubicado en la avenida Miranda».
Bracho comentó que «en ese sitio, un trabajador me ofreció como única opción el anotarme en una especie de censo, donde además de mi número telefónico, colocaría el artículo buscado y dolencia padecida para luego avisarme una vez llegado mi turno, lo que me pareció inapropiado teniendo en cuenta que podrían pasar meses antes de obtener el tratamiento para mi enfermedad».
De igual opinión es el ama de casa Mirna Roca, cuyo esposo ha sufrido de complicaciones cardíacas en fechas recientes al no poder recibir con regularidad dosis contra la hipertensión arterial.
«Hace una semana pregunté por una medicación específica para esta padecimiento y en un primer lugar se me dijo que había disponibilidad, pero posteriormente otro farmaceuta alegó carecer de la misma en ese sitio, cayendo en contradicciones con su compañero, situación que se repitió en otros comercios del ramo».
«Lo peor es que tampoco se pueden comprar las marcas genéricas, pues también están siendo represadas de manera irregular, mientras que los pacientes con enfermedades graves corren riesgo mortal al no poder cumplir con las prescripciones médicas».
Posición gremial
En tanto, Luis Camejo, directivo del Colegio de Médicos en la Zona Centro de Anzoátegui, destacó que «más allá de un posible expendio supeditado de medicinas, hemos notado con preocupación cómo las fallas en la distribución de las mismas se acrecientan con el pasar del tiempo, debido en buena parte a trabas administrativas en el otorgamiento de divisas a laboratorios y empresas importadoras de materia prima para su elaboración».
«Este fenómeno impacta de manera negativa en la cadena de comercialización a los puntos de venta, donde el producto biológico se agota con excesiva rapidez cuando llega al manejar un stock limitado que no cubre la intensa demanda».(Mundo Oriental, 14.05.13)