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Acudir a un hospital público por no tener una póliza de seguro o no poder costear los millones de bolívares que se necesitan para la operación, no es garantía de que los pacientes no deben pagar para corregir, por ejemplo, su problema de visión.

Esta situación la están viviendo personas que acuden los hospitales Francisco Antonio Rísquez y Domingo Luciani en Caracas, donde las intervenciones quirúrgicas se realizan si los interesados compran los lentes intraoculares, ya que en las instituciones no cuentan con insumos.

A pesar de que los médicos saben que casi 100% de los pacientes son personas de escasos recursos, deben informarles que en el hospital no cuentan con lentes, cuchilletes o suficientes microscopios.

En los hospitales Rísquez y Domingo Luciani carecen de insumos. Microscopios dañados, falta de cuchilletas y suturas son algunos de los problemas en los centros de salud

En el Domingo Luciani desde hace más de un año no hay lentes intraoculares y el YagLaser, un equipo que se utiliza en el procedimiento para tratar el glaucoma o catarata, está dañado.

A eso se le suma ahora el Láser Argón utilizado para la corrección de retina que tiene dos semanas dañado. Por lo tanto, deben remitir a los pacientes al Clínico Universitario o al Pérez Carreño.

Quienes esperan por ser intervenidos en el Domingo Luciani denunciaron que deben comprar los lentes intraoculares, suturas y cuchilletes. En ese hospital atienden más de 50 personas diariamente.

«Nos mandan al Pérez Carreño, pero allí debemos esperar hasta ocho meses por una consulta», informó una señora residente de Caracas y quien explicó que la tardanza para las operaciones se debe a que los médicos tienen una lista con aquellos que llegan de otros hospitales.

La misma situación ocurre en el Rísquez, donde carecen de insumos y no hay suficientes microscopios para tratar a todo aquel que acude al centro de salud.

La información la suministraron los médicos que allí trabajan y que prefirieron reservar su nombre por temor a represalia. Aseguran que solo un microscopio funciona, y que necesitan al menos cinco para compensar la demanda de más de 40 pacientes diarios que pasan a sus consultorios.

Por ser uno de los principales hospitales que presta servicio en el área de oftalmología, la demanda de casos por cataratas es mayor que en cualquier otra institución. Sin embargo, la falta de insumos hace que las operaciones entren en lista de espera.

Allí es necesario comprar equipos modernos y realizar mantenimiento a los que se encuentran instalados, además de remodelaciones necesarias para que la edificación tenga espacios limpios y óptimos para los pacientes.

No bajan los insumos 

El doctor Oscar Vicente Beaujon Balbi, vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Oftalmología, declaró que la mayoría de los centros se encuentran en malas condiciones y no cuentan con materiales: una vez que se acaba, el gobierno nacional no surte a los hospitales nuevamente para evitar la congestión en quirófanos.

«De nada sirve que los médicos realicen las consultas si en las edificaciones no cuentan con los equipos e insumos para solventar la problemática que padecen los enfermos».

Beaujon Balbi, quien también labora en el Hospital Simón Bolívar de Ocumare del Tuy, informó que unos 40 pacientes al día son atendidos, donde al igual que en Caracas, la mayoría deben comprar los lentes intraoculares porque no cuentan con ello.

En los Valles del Tuy realizan intervenciones quirúrgicas a través de la Misión Milagro a pacientes que provienen de Costa Rica, Ecuador, Nicaragua y El Salvador.

Sin embargo, desde hace ocho meses los galenos no han vuelto a recibir a los extranjeros que en su mayoría necesitan tratamiento para catarata.

El oftalmólogo explica que es el mismo tiempo que el Gobierno no ha bajado los insumos: «gran parte de la dotación que teníamos en Ocumare llegaba de la misión, pero la mayoría sale para cubrir misiones».

Desconoce cuál es la cantidad de personas que viajan a Cuba a operarse, pero asegura que la cifra ha disminuido, «yo creo que es por la educación que han recibido las personas de que en Venezuela se puede resolver la enfermedad».

El consentido 

En Caracas los demás hospitales que tienen el servicio de oftalmología son el Pérez Carreño, Dr. Carlos Arevelo (Militar) y Clínico Universitario, Dr. Jesús Yerena (Lidice) y JM de los Ríos, donde realizan intervenciones pediátricas.

Pero la «taza de oro» se encuentra en el Pérez Carreño, donde el gobierno «ha invertido mucho en insumos y en remodelación de las instalaciones», explica Beaujon Balbi.

Beaujon Balbi lamenta que a los demás hospitales lleguen ráfagas de insumos, y que la dotación no sea continua. «Si se gastaron, no hay más con qué trabajar, los mantenimientos de los equipos no se cumplen, si se dañan no hay un servicio técnico adecuado que los revise y los ponga en funcionamiento».

Advierte que a través de un sondeo que realizaron meses atrás se percataron que en el Rísquez «hay una cantidad de equipos que están dañados y no hay quién los repare».

Lo bueno

Nelly Hernández describió como excelente la atención de los doctores en el servicio de oftalmología del Perez Carreño, en un recorrido que realizó TalCual.

Su madre fue operada el pasado viernes en ese centro de salud. Su ojo izquierdo debía ser corregido por cataratas. «Yo vine a buscar la cita y al mes me la dieron, y al siguiente mes le dieron la cita para que mi madre fuera operada».

Otra opinión positiva la dieron los familiares del Maikel Pérez, quien en 2012 y 2013 fue intervenido luego de sufrir un accidente laboral al tener una herida profunda en el ojo derecho.

Indican que el único problema que actualmente ocurre es que no hay suficiente camas para hospitalizar a muchas personas debido a que en el piso 5 están remodelando.

Trabajo paralelo

Pese a la falta de dotación de insumos en los hospitales públicos, a finales de 2012 habían sido operadas 94.064 personas de diferentes afecciones oculares, a través de los operativos de captación quirúrgica por la Misión Milagro, institución creada en 2005 a través del convenio entre Cuba y Venezuela.

Así lo informó Manuel Pacheco, coordinador nacional e internacional de la Misión.

Mientras que para junio de ese mismo año, la ex ministra de Salud Eugenia Sader declaró que al año se atienden unos 200 mil pacientes del país y de otras regiones del continente.

Para ese entonces la funcionaria dijo que el programa benefició a unas 34 mil personas provenientes de 22 países del mundo como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Italia y República Dominicana. (Ana María López, Diario Tal Cual, 22.08.13)

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