La Central Cooperativa Cecosesola, con más de 40 años de trayectoria en el estado Lara, abrió en el año 2009 un centro de salud comunitario que se ha convertido en una referencia en prestación de salud en Barquisimeto. Conozca esta positiva experiencia de participación y ejercicio del derecho a la salud que se desarrolla en Venezuela. Video de Rafael Uzcátegui, del equipo de la ONG de derechos humanos Provea.

Para dar más referencias de esta experiencia, publicamos además un texto sobre el CICS

Cecosesola logró concretar un sueño de la comunidad larense

Centro Integral Cooperativo de Salud: Un compromiso comunitario

Más de 20 mil asociados del movimiento de cooperativas, junto con la colaboración de la comunidad, invirtieron 8 mil millones de bolívares en la construcción del CICS , el cual fue inaugurado el 02 de marzo del 2009

Carmen Julia Viloria Arcaya

Cecosesola es una organización que desde su creación, hace 42 años, ha logrado generar confianza a través del trabajo comunitario entre sus asociados y la colectividad larense en general. Su compromiso comunitario, reconocido nacional e internacionalmente, les permitió la consolidación de redes sociales que ha tejido a través de  20 mil  personas que en la actualidad se encuentran como asociadas a este organismo de integración de cooperativas, el cual funciona en el Centroccidente del país, específicamente en la ciudad de Barquisimeto, estado Lara. Sin embargo, es importante mencionar que también está conformada por organizaciones comunitarias de otros estados.

Muchos han sido los frutos cosechados por el esfuerzo de mil trabajadores asociados y asociadas que participan diariamente de las actividades emprendidas por la central de cooperativas. Sus áreas de acción son diversas; servicio funerario (actividad inicial), transporte, ahorro y préstamo, fondos de ayuda mutua, producción agrícola y producción agroindustrial en pequeña escala y distribución de alimentos y de artículos para el hogar.

Ellos y ellas mencionan a dos como sus experiencias más exitosas, lograda a través de la participación comunitaria activa y efectiva: el sistema de de las Ferias de Consumo Familiar y servicio funerario cooperativo. Todas las semanas  55 mil familias se abastecen de alimentos con la comercialización de  aproximadamente 450 toneladas de verduras y hortalizas. El 60 % de la mercancía es producida por 17 grupos de productores cooperativistas. “En las ferias también se distribuyen los productos de las 9 unidades de producción comunitaria que procesan pastas, pan, galletas, cereales, miel, aliños y productos de limpieza”. Con respecto al servicio funerario entre las metas alcanzadas destaca que 18 mil familias están protegidas a través del contrato funerario. Eso ha permitido que  Cecosesola se convierta en la operadora funeraria más grande de la región.

Cooperación para el disfrute del derecho a la salud

Al aproximarnos al trabajo que han realizado en materia de salud (para luego conocer su macro proyecto del Centro Integral Cooperativo de Salud), nos encontramos con la experiencia de la red de salud cooperativa que iniciaron hace 12 años con la creación de pequeños consultorios. Teresa Correa, trabajadora asociada a Cecosesola y la cooperativa El Triunfo y miembro del equipo de Salud, explicó que seis cooperativas ubicadas a lo largo y ancho del municipio Iribarren han ofrecido distintos servicios de salud al costo para sus asociados y para la comunidad en general. Estas son la Asociación Civil El Carmen, la Cooperativa La Salle, Cooperativa El Valle, Cooperativa Santa Gema, Cooperativa El triunfo y Cooperativa Kennedy.

Al recordar la primera iniciativa dijo que la Asociación El Carmen, ubicada en la populosa parroquia Unión,  empezó con acupuntura y medicina homeopática. Luego se le sumó la cooperativa de funerarias crearon unos consultorios médicos integrados. Pero al tiempo no se continuó. Pero surgió otra experiencia con la cooperativa de El Triunfo, en el barrio Pueblo Nuevo donde actualmente funciona el Centro Integral de Salud, se abrió hace más de una década con un consultorio de medicina general.

-Poco a poco fuimos creciendo y se integraron las cooperativas El Valle, Santa Gema, La Salle y Kennedy. El balance de la red de salud el año pasado fue de 160 mil pacientes atendidos, comentó al manifestar su satisfacción y alegría por los logros alcanzado por un equipo que está consciente del compromiso comunitario y la necesidad del colectivo.

Para Correa la clave del éxito de Cecosesola es que sus proyectos nacen de las “necesidades del pueblo”:

-El inicio de nuestra cooperativa se produjo cuando se murió un familiar de unos vecinos y como la funeraria no respondió, dijimos porqué cada vez que alguien cercano fallece hay que hacer una colecta para ayudarlo. Vamos a constituir una cooperativa de funerarias.

Esa premisa se ha mantenido en el tiempo y cada uno de los asociados (as) del movimiento cooperativo se ha apropiado de ella. Cuando identifican una necesidad, de inmediato se reúnen para analizar la situación y luego deciden qué aportes puede hacer cada uno. ¡Y… manos a la obra!.

Con mucho esfuerzo y un trabajo basado fundamentalmente en la confianza, la disciplina, la comunicación horizontal y constante, les ha permitido a lo largo de más de cuatro décadas tener en su haber distintos proyectos y programas de impacto social y comunitario, significativo y de trascendencia.

CICS un sueño  producto de la unidad y confianza

El más reciente logro de las mujeres y hombres que forman parte de Cecosesola es el Centro Integral Cooperativo de Salud (CICS), ubicado en la calle 20 de Pueblo Nuevo, zona oeste de la ciudad de Barquisimeto. Teresa Correa, luego de hacer un recorrido por las distintas instalaciones, las cuales no tienen nada que envidiarle a un centro asistencial público y privado de calidad, dijo que la idea de construir el imponente edificio valorado en 8 mil millones (8 millardos de los viejos) tuvo su génesis cuando muchos compañeros (as) hace doce años manifestaron que tenían problemas con la salud.

-Nos manifestaban que “el seguro social está colapsado”. “No hay médicos”. “La clínica es muy cara para nosotros”. “Vamos a darnos un servicio de salud”. Por eso se constituyeron seis cooperativas que actualmente prestan el servicio de salud.

Así mismo surgieron otras ideas concernientes al sector salud, porque para el movimiento de cooperativas preservar un estado sano físico y psicológico es una responsabilidad individual y colectiva que asumen con la seriedad que amerita.

Correa explicó que también cuentan con  Fondos de Salud. “Un grupo de compañeros asociados a Cecosesola se agruparon porque la esposa de uno de ellos se le detectó un cáncer y el tratamiento era carísimo. En ese momento hicimos un pote grande para ayudar a Neima (la compañera enferma) y la ayudamos con las quimioterapias. Luego acordamos hacerlo por todos y se mantuvo esa idea de los fondos y ahora existen alrededor de 26, las cuales cubren la mitad del costo de medicina e incluso intervenciones quirúrgica cuando los asociados lo requieran”.

Dijo que detrás de los proyectos de envergadura que emprenden hay pequeños esfuerzos y trabajo realizado por las distintas cooperativas, las cuales hace un tiempo detectaron que necesitaban un quirófano, porque siempre en los seis centros que tienen siempre hay pacientes que requieren ser operados por diversas razones y muchas mujeres que requieren de cesáreas o esterilización

-Nos percatamos que era necesario prestar servicio quirúrgico no sólo para los cooperativistas, sino al público en general. Por este motivo, no podemos concebir el CICS aislado del resto de las seis cooperativas que desde hace más de una década prestan un servicio bien completo de salud en las siguientes áreas: medicina general, pediatría, acupuntura, consultas de ginecología, medican interna, traumatología, oftalmología, dermatología, cirugía, cardiología, otorrinolaringología, foniatría, psicología, y psicopedagogía. Además cuentan con dos consultorios de odontología y dos servicios de ecosonografía integral. Al detectar la necesidad unificamos esfuerzos y comenzamos  a recolectar recursos para levantar el imponente edificio del CICS, construido en un terreno de dos mil metros cuadrados, el cual nos costó a la cooperativa El Triunfo 60 mil bolívares, hace ocho años.

En el 2003 decidieron crear una Instancia de Salud de Cecosesola que se encarga de coordinar de manera integral, los proyectos y servicios en el área de salud.

La edificación que tiene 3.465 m2 de construcción distribuidos en tres plantas, donde funcionarán 12 consultorios, un quirófano, sala de parto, laboratorio clínico, cirugía, radiología, área de acupuntura con 16 camas, sala de usos múltiples, comedor y estacionamiento, se comenzó a concebir como proyecto luego de varias discusiones y reuniones entre los asociados, quienes decidieron cada uno de los espacios construidos y la atención que se brinda y ofrecerá a la comunidad.

En la actualidad los servicios que se ofrecen a la comunidad son el de laboratorio clínico, acupuntura, masajes, terapias con agua, comedor, hidroterapia y masajes. Aún no funciona el quirófano, el área de hospitalización y Maternidad, las cuales son las áreas claves de la atención que desean ofrecer. El arquitecto José Antonio Salas fue el responsable de plasmar en los innumerables planos y maqueta diseñada, cada una de las ideas y las propuestas acordadas durantes las asambleas efectuadas por el movimiento de cooperativas.

El intercambio de ideas sobre la propuesta aún se mantiene. Muchos compañeros se han capacitado para el servicio de medicina alternativa porque seguimos escuchando y evaluando propuestas, acotó Correa. “Cuando la gente visita el CICS se sorprende, porque es muy grande. Algunos nos dicen que tenemos mucho poder y dinero. Pero lo cierto es que esta obra tan bella y gigante la cual requirió de una inversión de 8  mil millones, tiene detrás centenares de piedritas y piedritas, que al juntarlas, nos permitieron concebir y construir este maravilloso proyecto, para el bienestar no sólo de nuestros afiliados sino de la comunidad larense”.

Los asociados de Cecosesola entrevistados para este reportaje coincidieron en que este proyecto, el cual fue inaugurado el lunes dos de marzo de 2009, es producto de “muchos años de trabajo. Durante ese tiempo hemos generado confianza y organización comunitaria”. Nancy Calles, asociada desde hace 35 años, expresó su alegría y orgullo por ser parte de una experiencia que asegura es producto del esfuerzo de miles de personas que creen en el trabajo en equipo, el cual se sustenta en la confianza que día a día alimentan dentro del movimiento de cooperativas, junto con la comunicación y el compromiso que tienen con ellos mismo y la colectividad.

-Los servicios que prestamos han sido productos de las diferentes necesidades que tenemos como comunidad. Por eso hemos tenido receptividad entre los usuarios y usuarias. Para nosotros el área de salud es muy importante porque nos percatamos de las carencias que existían en los centros hospitalarios. Uno se observaba que el tiempo de espera era muy larga, la calidad y el acceso no era el mejor, por eso nos empeñamos en construir el centro integral cooperativo, el cual no queremos que se le llame ni se le compare con un hospital porque la percepción que tenemos de éste no es buena, especialmente en el trato humano que se le tiene que brindar a alguien que este enfermo o se siente mal.

Para Rosa Hernández, asociada desde hace 16 años y quien labora en el área de administración del CICS, la concreción del sueño del centro es producto del esfuerzo de la comunidad en general. “Lo construimos con mucho esfuerzo y ha sido valioso el aporte que ha hecho la comunidad. Cuando iniciamos la construcción teníamos sólo la mitad de los recursos y pensamos en hacerlo por fases, pero se nos ocurrió la idea de solicitar un crédito que no concretamos. En una asamblea alguien propuso que las cooperativas que tuvieran ahorros en los bancos, invirtieran sus recursos en la obra con una tasa de 12 % de interés, bajo la figura de ahorro a la vista. De esta manera logramos reunir 2.998 bolívares que nos sirvió para culminar el centro y para el equipamiento.

Nos sentimos orgullosos porque es una estructura bella y está asistiendo mucha gente, que reciben atención de calidad. La aceptación en la comunidad ha sido buena porque sólo en Apucuntura atendimos en junio 546, en el mes de julio 718 y en agosto 881. En tres meses 2145. Esto ha ocurrido en laboratorio y en área de terapias”.

Nuvia Colmenares, asociada desde hace 15 años y encargada del Laboratorio Clínico del CICS, también emitió su opinión sobre la experiencia. “Ha sido un sueño que se logró por el aporte de todos. Lo más importante es saber que estamos prestando un servicio que requieren las personas, porque a un mes y medio de puesto en funcionamiento el laboratorio se han atendido a 500 ciudadanos (as)”.

La salud es una responsabilidad personal

El servicio de salud que ofrece Cecosesola a través de las seis cooperativas y el Centro Integral Cooperativo de Salud (CICS) no es gratuito, sino que le brindan oportunidades más accesibles a los usuarios (as), quienes tienen la opción de tener acceso a una atención de calidad y a precios accesibles. “No tenemos servicios exclusivos para los asociados –explica Correa-. Lo que si varían son los precios de los servicios para los cooperativistas y los particulares”.

La cooperativista explicó  que conciben la salud como una responsabilidad personal. “Es un derecho pero cada ser humano tiene el deber de cuidarse y preservar su estado físico. Si yo consumo cuatro cajas de cigarro diariamente no puedo exigirle al Estado que corra con los gastos de las quimioterapias, en caso que contraiga un cáncer. Creemos que cuando trabajamos y damos un aporte para construir el consultorio, para cancelar al compañero médico y el tratamiento odontológico, también estamos creando responsabilidad social porque estamos conscientes que la salud cuesta”, acotó. “Todos damos aportes aunque sean pequeños, porque nada es gratis y todo tiene un costo”.

En cuanto al personal médico señaló que cada vez tiene más compañeros profesionales de la salud, dedicados a tiempo completo al movimiento, porque deben tener una visión distinta de la atención hospitalaria que se debe brindar, en función del bien colectivo y social.

-¿Cómo administran el CICS y el resto de los seis consultorios que funcionan en distintas partes de la ciudad?

-Cecosesola lo hace de la misma manera que lo hace con otros proyectos que se tienen en diversas áreas. Somos equipos de trabajo. Cada uno se responsabiliza de su labor. Semanalmente evaluamos y controlamos. Si detectamos una falla la decimos y reflexionamos para superarla, desde el enfoque personal. Cómo hacer para crecer como persona. Por eso no hay directores médicos en ninguno de los consultores y en el CICS.

Porque no es una persona la responsable de la labor y del éxito obtenido, sino la metodología de trabajo que hemos implementado y que responde a un equipo que tiene querencia, le duele lo que sucede y el cual estrecha sus lazos a través de la confianza, transparencia y comunicación constante.

La participación comunitaria es una constante

Para los asociados (as) de Cecosesola la participación comunitaria es una constante, porque los trabajadores y trabajadoras que prestan los servicios forman parte de la comunidad organizada y viven desde hace muchos años en los sectores, donde se prestan los servicios de salud.

Rosa Hernández, asociada desde hace 16 años y quien labora en el área de administración del CICS, destacó que 55 mil familias participan en cada uno de los proyectos emprendidos por el movimiento cuando hacen sus aportes en las alcancías denominadas “Vuelto por su salud” que se colocan en las ferias de consumo, al comprar el fororo, la chicha, al comprar las rifas, al asistir a los viajes a la playa que se realizan para recaudar fondos, entre otros.

Como dato curioso se destaca que a través de las alcancías Cecosesola percibió aportes por un monto de 62 mil bolívares, durante junio de 2008 a julio de 2009.

La gente también se incorpora a través de las verbenas porque acuden, comparten con nosotros y hacen sus respectivos aportes económicos.

En tanto, Teresa Correa mencionó  que otro mecanismo de participación son las asambleas que se realizan cada tres meses porque son abiertas. “Nosotros nunca hacemos encuentros cerrados, sino por el contrario son abiertas y cuando nos hacen críticas las tomamos en consideración”.

Dijo que tienen buenas relaciones con los consejos comunales de Piedra Blanca y Pueblo Nuevo, donde funciona el CICS. “Ellos acudieron a la inauguración y cuando hacemos jornadas le notificamos y colaboran con nosotros en algunos trámites exigidos por la ley”.

Con respecto a los vínculos que mantienen con las autoridades regionales de Salud, Correa indicó que son cordiales. “Hemos tenido comunicación con el actual director regional de Salud, doctor Segundo Ceballo, quien se puso a la orden para los trámites de la permisología respectiva. Igualmente invitamos al gobernador Henri Falcón a la  inauguración del centro. Tenemos buenas relaciones pero no son permanentes, aunque existe respeto por el trabajo comunitarios que hacemos”.

Indicó que no han querido solicitar ningún tipo de financiamiento al gobierno Regional, porque consideran que “eso genera relaciones de dependencia y hemos luchado mucho por la autonomía e independencia política y religiosa, en distintos gobierno, porque en nuestro movimiento hay compañeros de distintas tendencias política y religión”.

La calidad es prioridad

Sobre la atención primaria de salud, específicamente a la sexual y reproductiva y a la salud mental, es importante mencionar que en el CICS tienen incorporar a dos ginecólogas  para atender las necesidades de las mujeres que acudan al centro.

Teresa Correa dijo en los centros de salud El Triunfo, El Valle y Sta Gema, se trabaja mucho en la prevención el cáncer en cuello uterino, que forma parte de educación sexual. Con respecto a los programas de salud mental señaló que aun no tienen. “Pero trabajamos mucho el área de recreación, buenas relaciones entre nosotros, la integración de la familia, que forma parte de la salud mental pero no tenemos un programa para toda la comunidad. Estamos pensado en un programa para practicar yoga lo cual pudiera contribuir al área antes señalada”.

Al referirse al componente de accesibilidad el cual tiene que ver con la facilidad de acceso al servicio no sólo física y socialmente, sino desde el punto de vista económico, para todos los pacientes sin distinción, Correa dijo que “nosotros no estamos a disposición para cualquier persona de la comunidad y en eso somos claros. Porque quien viene a acupuntura debe hacer un aporte de 10 bolívares y tal vez hay quienes no puedan cancelar esa cuota, pero estamos seguros que muchas personas sí porque les resulta más económico que cancelar a un terapista 120 bolívares que realmente el costo. Los servicios que ofrecemos lo hacemos a precios que consideramos son razones por ofrecer una atención buena y de calidad. Por eso la accesibilidad puede estar limitada para gente de muy escasos recursos económico, pero estamos seguro que para muchos les resulta beneficioso y muy económico”.

Al hacer un recorrido por la espaciosa edificación se observó que las instalaciones son muy amigables porque están diseñadas con espacios cómodos para los encuentros  reuniones de los pacientes y familiares a la hora de la visita. También están aptas para las personas con alguna discapacidad, se respetan los valores culturales y las diferencias de géneros.

-Contamos con baños de damas y para las personas discapacitadas de ambos sexos, el ascensor hay un rampa para que puedan ingresar con más facilidad y tiene una placa de tacto para que pueda ser utilizado por los invidentes.

El equipo que laborará  en el quirófano, el cual aún no funciona,  está conformado por profesionales comprometidos con el proyecto. “Una de las mejores instrumentistas trabaja con nosotros en El Triunfo, pero también tenemos cirujanos y otro personal que está preparado”.

Usuarios satisfechos

Al conversar con los usuarios (as) sobre la atención y el servicio médico que reciben en el CICS, manifestaron su satisfacción porque aseguran son bien atendidos y los tratamientos que reciben han sido efectivos para su recuperación.

A continuación se darán a conocer tres testimonios:

Alejandrina Escalona, vecina de Pueblo Nuevo: “Desde hace dos meses  estoy acudiendo al centro de salud integral y considero que el servicio es de calidad y muy bueno, porque yo tenía muchas dolencias en los brazos y huesos. Ahora me siento muy bien. Además son muy amables con nosotros y eso es muy importante. Los costos también son muy accesibles”.

Gladys de Montero, residente de la urbanización Mascias Mujica: “Es maravillosa la atención y las terapias que me he realizad en el centro han sido efectivas, porque me siento mejor. Considero que las instalaciones están bien acondicionadas y muy limpias. El personal médico te atiende muy bien”.

Juan Hernández, habitante del barrio San Francisco: “Es muy importante para nosotros el proyecto del centro integral, porque ellos prestan un servicio muy bueno y de calidad. Además que en este lugar hacía falta una atención de este tipo. También necesitamos de gente como Cecosesola que está interesada del bienestar de las personas y su salud. El centro es un complemento necesario de la atención que brindan el ambulatorio del Obelisco y algunos CDI que funcionan en nuestras comunidades. Existe muy buena atención y las personas que atienden cuando llegamos al lugar y los terapistas son muy amables. Otro aspecto que debo señalar es que considero que los precios de las consultas son razonables”.

Alternativa

El Centro Integral Cooperativo de Salud creado por Cecoselola representa sin duda alguna una alternativa para los miles de ciudadanos y ciudadanas que habitan al oeste de la ciudad de Barquisimeto y que requieren de un servicio médico de calidad y accesible a su presupuesto familiar.

Especialmente por los precios solidarios de los servicios que prestan y lo accesible del lugar.

Es importante mencionar que en la zona, la cual abarca buena parte de la parroquia Juan de Villegas, funcionan los ambulatorio Daniel Camejo Octavio y el ambulatorio de la populosa comunidad de la Carucieña, el hospital Pastor Oropeza, el Hospital Rotario y los CDI´S en las comunidades de Santa Isabel, Andrés Eloy Blanco, San Vicente y José Gregorio Hernández.

Con respecto al funcionamiento del programa Barrio Adentro, el cual forma parte del sistema de salud, es necesario mencionar que en la entidad larense se han presentado algunas protestas por  parte de un grupo de trabajadores del sector Salud, que decidió romper el silencio y denunciar que los “29 centros de diagnósticos integrales que existen en el estado Lata tienen problemas de insumos e infraestructura”. (diario La Prensa 16 de octubre de 2009, página 2).

A esta realidad descrita por el personal de los centros de diagnóstico integrales, se le suman las constantes declaraciones emitidas por algunos habitantes de los municipios Torres y Urdaneta, en distintos medios impresos locales, por la falta de dotación y el inadecuado funcionamiento de los hospitales tipo I que se encuentran en estas respectivas jurisdicciones.

Las informaciones reseñadas en los distintos medios reflejan la  situación en la cual se encuentra el sistema de salud en esta entidad federal, la cual no es diferente a lo que acontece en el resto del país.  Hay algunos centros asistenciales donde existe personal médico pero no los medicamentes, por eso las personas deben comprar los insumos básicos que requiere en el momento de la emergencia.

No obstante, la doctora Linda Amaro, coordinadora de la Misión Barrio Adentro en Lara, al hacer un balance del programa de Barrio Adentro y los proyectos que se han ejecutado dijo que recientemente fueron equipados 26 consultorios y sólo faltan diez.

Asimismo afirmó que de los “311 consultorios que se proyectaron, 288 están operativos, 146 ya están construidos, 80 se encuentran inconclusos” (diario El Informador, pág 3 A, 7 de octubre de 2009).

Mientras tanto, las manifestaciones de calle no cesan por parte del personal de algunos

CDI `S,  como el caso de “Altos de Brasil”, ubicado en Carora, municipio Torres, cuyos empleados se trasladaron hasta la sede de la Dirección Regional de Salud en la ciudad de Barquisimeto, porque aseguran que a 600 trabajadores del programa social les adeudan pasivos salariales de 2006, bonos nocturnos, feriados y domingo laborados.

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