Más de 1.500 viviendas que estaban en alto riesgo en el municipio Libertador han sido demolidas por funcionarios de la Alcaldía de Caracas, con el fin de prevenir que estas zonas sean habitadas de nuevo.
Así lo informó el presidente del Instituto Municipal de Gestión de Riesgos y Administración de Desastres (Imgrad), Iván Martínez, quien además detalló que sólo en la carretera vieja Caracas-La Guaira han sido derribadas 800 viviendas.
Las viviendas demolidas resultaron afectadas por las fuertes precipitaciones caídas en el país durante el último trimestre de 2010, por lo que los inmuebles quedaron inhabitables.
“Muchas de esas viviendas estaban en situación precaria desde el punto de vista estructural. La idea es que no se vuelva a construir en esas zonas nunca más”, expresó.
El Ejecutivo Nacional desplegó a funcionarios de la Milicia Nacional Bolivariana para evitar que estos terrenos situados en zonas de alto riesgo sean habitados de nuevo.
Entre los lugares que están en alta vulnerabilidad se encuentran La Pedrera y Santa Ana, parroquia Antímano; Federico Quiroz, parroquia Sucre; Cota 905 (sectores Brisas del Paraíso D, Barrio Las Casitas, El Naranjal I, II y III) y los Palos Grandes, ubicado en Ruiz Pineda, parroquia Caricuao.
Los trabajos de demolición se realizan desde enero, en una labor conjunta desarrollada por la Alcaldía de Caracas, consejos comunales, comunidad organizada y otras instituciones del Estado. (AVN, 25.03.11)