En un reportaje aparecido en el diario El Nacional se afirma que sunque la inseguridad, la inflación y las fallas eléctricas son los problemas que acaparan la atención de los venezolanos en estos momentos, el déficit habitacional sigue presente en la mente de la población. 71% considera negativa la situación actual de la construcción residencial, declaró el director de Datanálisis, Luis Vicente León, en la inauguración de la duodécima Convención Nacional de la Vivienda.

León agregó que 58% de los venezolanos reprueba la gestión del Gobierno para resolver el problema. La razón pudiera estar en que, a pesar del aumento registrado en tiempos recientes, el número de viviendas que se construye cada año -en 2009 fue 98.000, según cifras oficiales- resulta insuficiente para satisfacer la demanda anual de 110.000 nuevas unidades y el déficit acumulado de 2 millones.

José Francisco Jiménez, presidente electo de la Cámara Venezolana de la Construcción, precisó que es necesario edificar de 200.000 a 250.000 unidades anuales para solucionar el problema.

Afirmó que en el país existe la capacidad para alcanzar esa meta, pero consideró indispensable un pacto nacional. «Hay que lograr que los sectores públicos y privados, en una misma mesa, podamos definir los lineamientos y las mejores técnicas».

Luis Pedro España, profesor de la UCAB, refiere que el problema no sólo está en la construcción de viviendas, sino también en la dotación de los servicios públicos que requieren los nuevos urbanismos: agua potable, electricidad, transporte, vialidad.

«Alrededor de la vivienda, los déficit son aún mayores. Ese es un tema de política pública que debe ser atendido».

¿Crecimiento? Jiménez destacó que la construcción, aunque se desaceleró en 2009, logró cerrar el año en positivo. Espera que en 2010 siga el crecimiento. «Este sector es el que más empleo formal genera, por eso es conveniente continuar invirtiendo, en infraestructura y en vivienda, a pesar de la crisis. Así lo han hecho otros países y pensamos que Venezuela debe hacer lo mismo».

Entre los constructores que asistieron al evento, sin embargo, las expectativas son negativas. El encarecimiento de los insumos importados (por la devaluación y los retrasos de Cadivi), el suministro irregular de los materiales nacionales (por la crisis eléctrica) y la disminución de la demanda residencial (por la eliminación del ajuste por inf lación en contratos de preventa) son los principales motivos de preocupación. (El Nacional, 17.03.10, E/7)

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