Casi un centenar de familias paralizaron ayer en la mañana por más de cuatro horas la calle 1 de La Urbina, para rechazar el desalojo por parte de la Guardia Nacional de un complejo residencial que ocuparon el miércoles en la noche y que supuestamente les pertenecía. “Cerramos la vía en ambos sentidos porque no tuvimos otra opción. La mayoría somos personas sin hogar, que estuvimos en el refugio Willian Lara, pero que por distintos motivos nos fuimos y entonces no aparecemos en la base de datos para la entrega de apartamentos”, señaló Ligia González, quien participó en la protesta.

Un grupo de damnificados que supuestamente pertenecía al refugio Willian Lara cerró las calles

Los manifestantes aseguraron que el Gobierno debía otorgarles apartamentos de la Misión Vivienda que se construyen al lado del albergue Willian Lara. “Hay 3 torres, de 40 apartamentos cada una, que fueron adjudicadas a otras personas que no estaban en el refugio o ya tienen casas sólo porque pagaron a coordinadores del refugio”, dijo María Gabriela Lara.

La toma ocurrió el miércoles a las 10:10 pm en varios apartamentos de las tres torres. Sin embargo, un grupo de militares se presentó ayer en la mañana a las instalaciones para desalojar a las familias. “No había armas, como dicen los encargados de la obra. Sólo fuimos a tomar lo que nos pertenece. Los militares sacaron a mujeres con niños a punta de fusil y empujaron a personas de edad avanzada. A mi hija de cuatro años, por ejemplo, la apuntaron con un arma larga en la cabecita”, explicó Kenny Chávez, quien participó en la ocupación.

El refugio Willian Lara está administrado por el Ministerio de las Comunas y Protección Social. En el sitio se alojan 83 familias, que esperan la adjudicación de viviendas.

Jessica Briceño, madre de siete hijos (uno de ellos con discapacidad), lloraba ante la falta de soluciones por parte del Gobierno: “Yo apoyo a mi Presidente, pero su gabinete no sirve para nada. Vivo en la casa de una amiga que está alquilada y hemos hecho de todo para obtener nuestra vivienda. Incluso he perseguido a Aristóbulo Istúriz, y sigo sin respuestas. Estoy desesperada”.

Denuncian ventas

Los manifestantes coincidían en que un lote de 120 apartamentos fue negociado por los coordinadores del refugio. “El modus operandi es que te sacan de las listas de adjudicación. Piden dinero para incluirte otra vez y luego darte los apartamentos. Eso es terrible porque existen muchas personas con necesidades. Pedimos al Presidente que meta lupa en esto”, dijo González.

Un trabajador del albergue Willian Lara –que no quiso identificarse por temor a retaliaciones laborales– confirmó que una persona que laboraba en el lugar se encargaba de la venta de cupos. El equipo deEl Nacional intentó hablar con los encargados del refugio, pero se negaron a ofrecer declaraciones. Uno de los ingenieros del Ministerio de Vivienda y Hábitat que acudió para negociar con los manifestantes instó a “no declarar a medios de la oposición”.

Colapso en la avenida

El tránsito de vehículos colapsó La Urbina. Muchas personas optaron por pagar a mototaxistas para trasladarse a sus destinos; otros caminaron hasta avenidas menos congestionadas para tomar camionetas.

Henry Pacheco, vecino de Petare, aseguró que estuvo más de 40 minutos en un autobús en espera del cese de la protesta: “Llevaba mucho tiempo sentado, viendo desde lejos la manifestación, pero como noté que iba para largo, me bajé y caminé para poder ir a mi trabajo”. (Maolis Castro, El Nacional, 28.09.12)

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