La construcción de casas en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela muestra un bajo desempeño. Las estadísticas oficiales revelan que la producción de unidades del primer bimestre fue inferior a la registrada en ese lapso del 2013.
Según los datos que publica el Ministerio de la Vivienda, Pdvsa y los entes ejecutores del área, al cierre de febrero de 2014, culminaron 3.354 viviendas, 70% menos que en el mismo período de 2013 cuando se concluyeron 11.2000 soluciones.
Aunque las autoridades destacan que desde que arrancó la Misión Vivienda en 2011 se han fabricado más de 551.000 casas, entre 2013 y lo que va de 2014 la construcción ha perdido impulso, lo cual ha incidido en los resultados generales del sector.
En ese comportamiento que muestra la producción de unidades habitacionales uno de los factores que más ha impactado ha sido la menor disponibilidad de materiales como cemento, cabillas y agregados.
Esas fallas en el suministro de insumos responden a la caída en la producción de las empresas estatales y a las dificultades en la distribución.
En días pasados el titular de la Vivienda, Ricardo Molina, admitió en una reunión con los constructores privados que existen distorsiones con los insumos y que se buscan correctivos. En dicho encuentro, indicó que entre las medidas que se prevén para garantizar los materiales a las obras está la importación de cabillas, pues reconoció que la producción nacional es insuficiente.
El pasado año Sidor, que controla 50% de la producción de acero, trabajó a un tercio de su capacidad y comenzó 2014 con la paralización de algunas líneas por el déficit de insumos.
Las dificultades también se extienden al cemento. Las cementeras estatales tienen problemas con los equipos y están operando a una menor capacidad, por tal motivo, el funcionario apuntó hace algunas semanas que se tomarán medidas con ese material y destacó que se revisará la distribución.
Aunados a ello, se suman los obstáculos que están presentando las canteras para la extracción de piedra y arena.
El impulso
En un contexto de desaceleración de la producción de unidades habitacionales, el pasado mes de enero el Gobierno anunció que se contempla impulsar a 11 sectores de la economía, entre ellos, la construcción.
Pero ese estímulo se está planteando desde hace tres años. Por la mayor fabricación de casas que se registró en 2011 y 2012, la actividad de la construcción efectivamente tuvo un saldo positivo durante esos dos años, sin embargo, desde 2013 el resultado ha sido diferente.
Los constructores privados han indicado que actualmente el sector está paralizado no solo por la falta de insumos sino también por la menor inyección de recursos. (Mayela Armas, El Universal, 06.03.14)