Luis Mendoza, vocero del grupo de familias damnificados de la población de Amana Abajo, desde la inundación que los dejó sin viviendas el pasado mes de julio se reunió la mañana de ayer con la dirección del Instituto de Vivienda (Inavi) de Monagas para exigir se ejecute el desalojo de las personas que invadieron los complejos habitacionales.

En las instalaciones del Conscripto Militar de Monagas hasta la fecha, permanecen once familias en condiciones de refugiados, pues muchas han sido las promesas desde hace cinco meses, pero ninguna ha sido la respuesta a estas personas en situación de calle.

“Exigimos que sean respetados los mecanismos de adjudicación de viviendas en las soluciones habitacionales que se han construido en la región monaguense. No es posible que más de cuatrocientas viviendas hayan sido invadidas por familias, y las personas que cumplimos con los trámites establecidos por el Inavi no tengamos opción a una casa” dijo.

En las instalaciones del Conscripto Militar de Monagas hasta la fecha, permanecen once familias en condiciones de refugiados, pues muchas han sido las promesas desde hace cinco meses, pero ninguna ha sido la respuesta a estas personas en situación de calle.

En la sede del Inavi Monagas se apostaron varios representantes de al menos ochenta consejos comunales de los sectores de la región, quienes mantienen una lucha social para dar respuestas a las familias que han solicitado una vivienda a fin de mejorar su calidad de vida.

Según censo realizado por los frentes de viviendas en los desarrollos urbanísticos del municipio Maturín se han invadido en la comunidad de Amarilis unas doscientos sesenta y cinco viviendas y en el complejo habitacional Roraima ubicado en la vía hacia La Pica al menos ciento sesenta apartamentos.(Karina García, Extra de Monagas, 05.12.12)

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